La oposición democrática ha ido despejando poco a poco la desesperanza y el pesimismo frente al régimen que nos desgobierna.
Se ha llegado a creer que es imposible vencerle por la arrogancia del poder que despliega de manera inescrupulosa, violando la Constitución y las leyes en aras del interés hegemónico y autocrático.
El tiempo, los aconteceres, y la terca y corajuda actitud de la sociedad democrática han señalado un rumbo de esperanza hacia la libertad, que nos pretende conculcar el mandatario actual y sus acólitos.
Esta larga lucha, de duro bregar y accionar oposicionista, sembró la semilla del triunfo electoral hacia la elección presidencial,, cuando el 26 de septiembre pasado se obtuvo mayoría de votos parlamentarios, fue el campanazo del declive definitivo del régimen, y se reafirmó el 12 de febrero, en las elecciones primarias de la Unidad Democrática, al elegir a Henrique Capriles Radonski, como candidato unitario del país democrático a enfrentar y derrotar a Hugo Chávez, el próximo 7 de octubre.
Capriles Radonski ha definido en su carrera presidencial un mensaje al país plural, afirmando que “Hay un camino”, que a pesar de lo maltrecha que encontrará a la nación, se tiene la fe y la esperanza de que unidos todos, con voluntad, sensatez, sapiencia y reciedumbre se forjará el sendero de la paz y el sosiego que ha perdido la sociedad venezolana en estos 13 años de desgobierno chavista.
Por ello se reafirma que “sí hay un camino”, porque” la fe es la garantía de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve”, como dice la homilía del apóstol Pablo; la fe ha de mantenernos firme alrededor del candidato de la unidad Henrique Capriles R, porque transmite aplomo, seguridad, que ha adquirido la madurez necesaria, la cordura, la experiencia gubernamental y el compromiso a flor de piel de que gobernará para todos los venezolanos por la simple y trascendente razón de que Capriles es un demócrata a carta cabal, apegado a la Constitución y orientado por los Lineamientos del Programa de Gobierno de la MUD.
El candidato unitario, representa a la nueva generación de venezolanos, y a la vez el sentir de los ciudadanos que estamos conscientes con los tiempos de cambios que vivimos , y que HCR, ha interpretado, por eso ha sido con toda legitimidad elegido para que liderase esta cruzada que habrá de devolverle a Venezuela, el progreso, a alcanzar por las reservas nobles y morales de este pueblo digno, y en parte engatusado por el mandante de turno. HCR, lo ha ratificado como joven líder de avanzada, que lo pasado, pasado es, por ello surge como abanderado, y pone su vista firme en un futuro promisorio, razón por el cual citamos a Antonio Machado; el candidato de la la unidad democrática abrirá caminos, sin mirar atrás, viendo los errores y equivocaciones del pasado y del presente, que no podrán repetirse, sino asumir la Presidencia de la República, para gobernar y erigirse como un gobierno que gobierne, y como corolario encauzar y perfilar la Democracia, hacia el estado de perfectibilidad a la que debe estar sometida permanentemente. Sí hay un camino: Venezuela; oremos y tengamos fe y esperanza de que un futuro alentador, alegre y soñador nos espere después del 7 de octubre, a todos los sectores sociales y productivos del país con Henrique Capriles Radonski.
