Decenas de personas, de las mismas que la Guardia Nacional y el Ejército desalojaron durante la madrugada del domingo de una parte de los terrenos del cono de seguridad del aeropuerto de Barquisimeto, tomaron la sede del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Su descontento y desesperación se hicieron evidentes en la propia casa del partido oficial.
Llegaron armados con colchonetas y carpas alrededor de las 3:00 de la mañana de este lunes con la firme intención de terminar la noche y exigir al buró político del PSUV una solución a su drama.
Pese a que el miembro del partido de gobierno Andrik Cordero calificó el hecho como una “visita de compatriotas”, los ocupantes insistieron que se trataba de una “toma pacífica”.
Personal administrativo de la sede principal del PSUV ubicada en la calle 60, al oeste de la ciudad, debieron cumplir su horario de jornada laboral a las afueras de su oficina, ya que la reja fue cerrada con cadena y candado por los ocupantes, quienes insistían en hacer valer su derecho como pueblo soberano.
El conflicto se prolongó por varias horas, en las cuales se mantenía la tensión, tanto de quienes permanecían dentro de la casa del partido como en los de afuera cuya capacidad auditiva no daba mayores posibilidades de escuchar lo que se discutía.
“No vamos a permitir atropellos ni violaciones a los Derechos Humanos. Las leyes también son a favor del pueblo necesitado. La lucha sigue”, decía textualmente una de las pancartas pegada en la cerca de la casa del PSUV.
La medida tuvo varias intenciones: reclamar en contra de aquellos que ofrecen y no cumplen, decir a viva voz que no tienen casa donde criar a sus hijos y demostrar las marcas de golpes propinados por uniformados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al momento del desalojo.
Silvio Pérez fue golpeado cerca del hombro derecho. Mostró un hematoma y manifestó dolor. A Orlando Túa (adulto mayor) también lo golpearon. “Si un vecino no me brinda ayuda, la máquina me pasaba por encima”, confesó.
“Lo único que queremos es solución. Nos parece injusto que traigan gente de otros lados para que ocupen edificios de los que somos larenses”, agregó Andreína Mendoza, en alusión a los apartamentos de la vía hacia El Ujano, también conocidos como Rancho 5A, entregados a damnificados de Caracas.
Sintieron que habían sido defraudados por el dirigente Andrik Cordero, quien ofreció garantías para los ocupantes y prometió que no serían desalojados hasta tanto apareciera una vivienda, acuerdo al cual se llegó el día sábado, en la sede del Comando Regional número 4.
Aquí ofrecemos solución
Poco después de las 11:30 de la mañana de este lunes, apareció Andrik Cordero, miembro del buró político del PSUV.
“Hoy recibimos la visita de estos camaradas que formaban parte de una ocupación ilegal y como siempre el partido los atendió y los escuchó. Hacemos un llamado a la población para que entiendan que estamos en presencia de un plan desestabilizador de la oposición encabezado por Henri Falcón”, dijo.
Los diputados suplentes del Consejo Legislativo, Giorgi Camacaro y Nairobi Arenas, también estuvieron presentes en el lugar.
Cordero informó que se realizó un censo socioeconómico entre los presentes a fin de considerarlos como eventuales beneficiarios de algunas de las 15 mil viviendas que el Gobierno nacional ofreció para el estado Lara.
Cerca del mediodía llegó un autobús del transporte comunal para trasladarlos hasta el Centro del Poder Comunal (CPC) de La Carucieña, donde se realizaría una asamblea con los exocupantes, consejos comunales y las autoridades regionales del PSUV.
Andrik Cordero aseguró que no pernoctarían en el lugar porque todos manifestaron tener viviendas de familiares donde permanecer mientras se logra la adjudicación.
Fotos: Billy Castro