En la madrugada de este sábado, una tranquila reunión familiar se convirtió en una tragedia cuando tres sujetos armados ingresaron en una vivienda del sector El Roble Viejo, en la ciudad de Carora, y no conformándose con despojar de sus bienes a los presentes, asesinaron a tiros a Eduardo José Torbello Rodríguez, de 25 años de edad, y Alexander José Rodríguez Gómez (23), quienes eran sobrino y tío, respectivamente.
Asimismo, ambos jóvenes se desempeñaban como funcionarios administrativos de las subdelegaciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de San Juan (Torbello) y Carora (Rodríguez).
A las tres de la madrugada, los delincuentes se introdujeron por la parte trasera de la vivienda, ubicada en la calle 1 del sector, y sometieron a toda la familia. A unos los amordazaron, ataron y encerraron en una habitación, mientras que a los hoy occisos los dejaron en el piso de la sala.
Luego de reunir una escopeta, los celulares, las tarjetas y el efectivo de todos los presentes, los delincuentes intentaron huir del lugar a bordo de un vehículo Renault 21 de color blanco, propiedad de Alexander, pero al intentar abandonar la vivienda el automóvil se apagó repentinamente. Esta falla habría despertado la ira de los ladrones, quienes retornaron para matar a tiros a los dos muchachos.
Aunque tampoco se descarta que el móvil del asesinato también pudiera ser la venganza. Un familiar de las víctimas (cuya foto está colgada en la sala) se desempeñaba como efectivo del Cicpc y supuestamente habría detenido en varias ocasiones a uno de los asaltantes quien se ensañó con las víctimas. Un gran charco de sangre quedó en una esquina de la casa luego de haber retirado los cuerpos en la mañana de ayer.
Tanto tío como sobrino tenían dos hijos cada uno y la esposa de Torbello se encuentra a la espera del tercer hijo. En la mañana, en la casa de la familia Rodríguez, ubicada a escasos metros de donde ocurrieron los terribles hechos, familiares y amigos esperaban los cuerpos bajo un toldo instalado en medio de la calle.
Jeanet Rodríguez, madre de Eduardo y hermana de Alexander, recordó que ambos jóvenes eran trabajadores y prácticamente, luego de ingresar al cuerpo de investigaciones, vivían en Barquisimeto. Su hermano había entrado hace apenas unas semanas para hacer las pasantías y su hijo ya tenía tres años como efectivo activo. Además, señaló que el crimen siembra el temor en el sector, que se había caracterizado por ser una zona muy tranquila, donde es la primera vez que ocurre una tragedia como ésta.
“Estábamos como todos los fines de semana, reunidos en la casa, prácticamente encerrados porque los muchachos nunca se la pasaban en la calle”, declaró acongojada.
Fotos: Elías Rodríguez