En su condición de magistrado de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, el Dr. Eladio Ramón Aponte Aponte, procedió a radicar en Lara un juicio que ha debido celebrarse en Valencia, porque fue en esa ciudad donde se produjo el secuestro de Alejandro Martínez por cuyo rescate fue exigida una suma millonaria y al final no hubo pago alguno porque el rescate fue realizado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Se radica un juicio cuando puede causar alarma pública que traiga como consecuencia que la opinión pública pueda influir en las decisiones a ser tomadas por el juez, explicó el Dr. Jesús Loreto, abogado de la familia Martínez. Tal como ocurrió con el caso de los sucesos del 11 de abril en Caracas, radicado en Maracay, estado Aragua.
Pero, no se justifica tal procedimiento en un plagio porque, naturalmente, no podría la población salir a presionar a la calle para exigir la liberación de los delincuentes.
El hecho ocurrió el 14 de abril de 2009 cuando Alejandro Martínez, de 32 años para entonces, en compañía de su esposa, Ferladi de Martínez, salía de su residencia en la capital de Carabobo y la pareja fue interceptada con armas de fuego por, al menos, cuatro sujetos.
Éstos, posteriormente, fueron identificados como resultado del seguimiento de llamadas de celulares como Leonardo del Moral (alias El Papiao), Rubén Castillo (Flash), el primo de éste, Juan Carlos Castillo (El Gordo) y Erick Yuye (El Erick).
Al momento del plagio, dos sujetos iban en los puestos delantero de un vehículo y la pareja fue obligada a sentarse en la parte de atrás, a cuyos lados estaban otros dos antisociales.
La esposa de Martínez fue liberada, pero Alejandro estuvo 35 días encadenado en un rancho en el mismo lugar donde hacía sus necesidades.
Los secuestradores son individuos con buenas condiciones económicas y han sido competidores en eventos de motociclistas, incluso con participación en el Táchira, desde donde hicieron llamadas.
Flash confesó ser secuestrador y acusó como jefe de la banda a El Papiao. Extrañamente, el magistrado Aponte Aponte radicó el juicio en Barquisimeto y la juez de Control, Luisabel Mendoza Pineda, fue recusada por emitir opinión antes de celebrar audiencia y el juicio está paralizado, motivo por el cual el Dr. Loreto exige corregir los vicios del proceso.
Foto: Billy Castro