Un mural gigante de un rostro gritando y atravesando la pared, de la película “The Wall”, basada en el álbum homónimo de la banda británica Pink Floyd, fue desplegado el sábado frente al Obelisco de Buenos Aires, ante el fanatismo que desató la presencia de Roger Waters en Argentina.
La gigantografía reproducida sobre una tela de 88 metros de ancho por 34 metros de alto, se ve en la fachada de un edificio a 50 metros del Obelisco, en pleno centro porteño.
“El espíritu de un nuevo sistema cultural, que es The Wall, va a tener un reflejo en Buenos Aires durante todo marzo”, dijo a la televisión el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.
El homenaje a la película de 1982, de Alan Parker, inspirada en el disco “The Wall”, que Pink Floyd había grabado tres años antes, se enmarca en la ‘wallmanía’ que produce las presentaciones de Roger Waters, bajista y uno de los fundadores de esa mítica banda británica.
Waters comenzó el miércoles pasado una serie de nueve shows en el estadio Monumental de Buenos Aires, durante los cuales cerca de 400.000 espectadores verán su espectacular concierto “The Wall Life”.
El despliegue del mural atrajo la atención de una familia entera, integrada por tres generaciones de fanáticos, con brazaletes y remeras alusivas, que llegaron desde Río Grande, 2.850 km al sur de Buenos Aires, para asistir a un concierto de Waters.
