El drama que viven los venezolanos por la inseguridad, se traslada hasta las zonas rurales. En Atarigua, municipio Torres, existe una situación preocupante a causa de los robos de motos, vehículos y atracos a mano armada.
Los habitantes, cansados de no ser atendidos por las autoridades, cerraron la vía que conduce a Carora, por un lapso de tres horas, exigiendo seguridad a tiempo completo. El módulo policial, dijo el vecino Enrique Riera, permanece sin funcionarios. Lo que ocasionó mayor molestia, fue la ausencia del puesto de la Guardia Nacional, desde la noche del jueves y que prestaba vigilancia en la entrada al pueblo, además de chequear a los vehículos en ambos sentidos de circulación.
«Nos quedamos desamparados. Atarigua cambió hace mucho tiempo, ahora, hay inseguridad y así es imposible vivir tranquilo. Exhortamos a los organismos de seguridad para que la protección sea permanente y no por un par de semanas», sostuvo.
A la protesta de los vecinos, se sumaron las personas que venden café en la vía, igual de perjudicadas con la falta de la GN, por cuanto se sentían seguros y trabajaban sin presión alguna. «Ahora, tenemos que estar pendientes por si aparece un extraño con intenciones de robarnos», expresó uno de los vendedores.
Se forman balaceras
Cuando cae la noche, la zozobra se hace peor. En días recientes, se formó una balacera y una persona resultó herida, sólo que el modesto ambulatorio del pueblito no cuenta con ambulancia. En carros particulares, trasladan a los enfermos hasta el Hospital Pastor Oropeza de la ciudad caroreña, de lo contrario, no podrían recibir las atenciones médicas que ameritan.
El intercambio de disparos, ya es común, sobre todo, los fines de semana. Los residentes piden patrullajes frente a sus hogares, en las inmediaciones de la plaza y de los centros nocturnos donde se reúnen para ingerir bebidas alcohólicas.
Huecos por todas partes
Asimismo, es evidente la falta de mantenimiento vial. A menos de doscientos metros de la entrada al pueblo, el estado deplorable del asfalto, espanta a residentes y foráneos. Huecos, de todos los tamaños, los encuentra en Atarigua, dificultando el paso de motos, el medio de transporte más utilizado en este lado del municipio Torres.
«Con la vialidad en mal estado, se dañan los carros y nosotros nos desanimamos de sólo ver la comunidad tan abandonada. Somos una de las localidades más emblemáticas de Torres, sin embargo, no basta para recibir los recursos económicos suficientes que permitan arreglar las vías y solventar otras necesidades comunitarias».
Así lo expresó Antonio Ferrer, habitante, mencionando cuan afectados están por los daños en el pavimento. Otros sectores, ni siquiera cuentan con bacheos, resultando aún más difícil movilizarse de un sitio a otro.
Habrá protección
Pasadas las 11.00 de la mañana, autoridades militares se acercaron hasta el lugar de la manifestación y prometieron instalar de nuevo el punto de vigilancia y control. Mientras que la policía estadal prometió designar efectivos para el módulo del pueblo que permanece abandonado desde hace dos años aproximadamente.
Fotos: Edickson Durán