Venezuela puso en pausa una emisión de deuda en medio de la fuerte escalada en los bonos del país por la recaída del presidente Hugo Chávez, en una decisión que según los analistas podría permitirle reducir su costo financiero.
La deuda venezolana se ha revalorizado al menos un 35 por ciento en los últimos cuatro meses, principalmente porque los inversores ven que la oposición se fortalece, mientras crecen las dudas sobre el futuro político de Chávez a solo siete meses de las elecciones.
Muchos inversionistas apuestan por un cambio del modelo político y económico que ha imperado en los últimos 13 años y los mercados parecen mantener el apetito por la deuda del país.
Operadores del mercado, que esperaban para febrero una colocación de al menos 4.000 millones de dólares -la primera del año- se niegan a cerrar sus portafolios porque siguen esperando la operación.
Fuentes del mercado coinciden en que la oferta habría sido postergada hasta que las condiciones del mercado para Venezuela estén más claras.
«Los aspectos técnicos de la emisión cambiaron por este rally. El panorama es diferente y los técnicos deben evaluar nuevamente la curva e incluso conseguir nuevos espacios que pudieran significar un cupón menor», dijo Russ Dallen de la firma BBO Financial. «Están ganando al no vender», agregó.
NUEVO ESCENARIO
Analistas consideran que Venezuela, bien a través de la República o de la petrolera estatal PDVSA, debe emitir títulos con regularidad y en elevados montos para poder alimentar eficientemente un sistema de administración de divisas operado mediante la compra y venta de títulos.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo a Reuters esta semana que PDVSA comenzará a transar sus bonos de deuda en la bolsa de Hong Kong, pero descartó la inminencia de una emisión de la estatal.
Ante los fuertes controles de cambios que rigen en Venezuela desde el 2003, uno de los pocos mecanismos que tienen los importadores para adquirir divisas es la compra-venta de bonos a través del Banco Central.
El año pasado, la República y Petróleos de Venezuela (PDVSA) emitieron casi 18.000 millones de dólares, un récord en América Latina.
Este año muchos analistas creen que adicional a esas necesidades regulares, el Gobierno enfrentará una mayor presión al ser un año electoral.
Venezuela celebrará en octubre unas elecciones presidenciales en las que la oposición tiene la mejor oportunidad para hacer frente a Chávez, aunque el presidente aún cuenta con ventaja sobre su contrincante.
En febrero, cuando la contienda electoral empezaba a calentarse tras la elección del candidato único de la oposición, Chávez debió ser sometido a una tercera cirugía para removerle una nueva lesión cancerosa en Cuba, lo que ha sembrado dudas sobre si podrá asumir con fortaleza la contienda.
El meteórico ascenso de los bonos, que analistas dicen tuvo su punto de partida en octubre, se desencadenó originalmente por el crecimiento del apetito global de riesgo ante la expectativa de que la crisis de deuda en Europa se resolvería rápidamente.
El título Global 2027, referencial de la deuda venezolana, subía moderadamente el viernes hasta las 85,875 unidades, luego de anotar recortes a principio de semana. Este papel se ha revalorizado al menos 30 por ciento desde octubre.
PANORAMA DIFUSO
Aunque la deuda soberana de Venezuela presentó correcciones durante la semana, aún no hay certeza de que la escalada esté agotada, no sólo porque la situación de salud de Chávez aún es incierta, sino porque la sólida participación que consiguió Grecia a un canje de deuda clave alivia la crisis europea.
No obstante, las cotizaciones podrían tambalearse ante la creciente perspectiva de muchos compradores de que una posible transición a una nueva administración en el país petrolero podría no ser ordenada.
Esa hipótesis se ve alimentada por el hecho de que Chávez no tiene un sucesor claro dentro de su movimiento y luego de los actos de violencia que se registraron en actos del candidato de la oposición, Henrique Capriles.
«La sobrecompra en el índice (que agrupa a los bonos venezolanos) es alta. Esto hace pensar que la sostenibilidad del rally actual es limitada. Una corrección o descenso en los precios debe ocurrir en breve», dijo la firma BancTrust en una nota.
«Sin embargo, el cambio en la estructura de riesgo parece intacto, por lo tanto, la perspectiva de mediano y largo plazo luce prometedora», agregó.