El colombiano Yuber Mosquera llegó a Barquisimeto en agosto de 2009, contratado como refuerzo del entonces llamado Guaros de Lara, y desde su arribo ha sido sinónimo de regularidad, al punto de que acumula más de siete mil minutos con la escuadra local, primero en rol de defensor central y ahora convertido en un lateral izquierdo de mucha recorrido, que no sólo ofrece garantías en defensa, sino que también puede trepar y lanzar un centro peligroso al área.
Mosquera ha sobrevivido al cambio de nombre del equipo y a la salida de tres técnicos (Carlos Eduardo Hernández, Germán “Basílico” González y Oscar Gil), pero no ha perdido su rol de titular y es figura indiscutible en el esquema del Club Deportivo Lara, que de la mano de Eduardo Saragó ya alcanzó el título del torneo Apertura y persigue ahora la estrella nacional.
El nacido en Medellín, de 27 años, contó, mediante un comunicado de prensa, cuál es su fórmula para mantener el rendimiento a tope y estar siempre en la cancha, libre de lesiones y en el máximo nivel.
“Como todo futbolista sabe, el cuidado, le entrega, el trabajo, el querer hacer las cosas bien, saber que el fútbol es por etapas, una es amateur, aficionado, y ya se llega a una etapa donde uno sabe que para poder estar ahí, siempre tienes que jugar, entonces, me concientizo de que cada ocho días tengo que jugar y gracias a Dios se me han dado las cosas”, soltó el nacido en Medellín, que cumple su quinto semestre en la escuadra rojinegra.
Mosquera suele darse íntegro en los entrenamientos y eso generalmente le abre las puertas de la titularidad. También lo ayuda el hecho de ser un hombre polifuncional, que juega en el centro de la zaga y por la banda izquierda, aparte de ser una opción más en las jugadas a balón parado, uno de los recursos que más trabaja Saragó en los entrenamientos de semana.
Compromiso es la palabra clave para estar domingo a domingo en la titular, según Mosquera.
“Quizá es que día a día yo adquiero un compromiso y es siempre estar en la cancha. Pienso que el jugador de fútbol profesional es más vistoso, se siente bien y se consigue consigo mismo es cuando está en la cancha y creo que esos anhelos son los que me han llevado a ser constante”, señaló el jugador de 27 años.
Mosquera recuerda que el comienzo no fue fácil. El jugador confiesa que a su llegada a Barquisimeto era poco técnico, pero con el trabajo a diario ha logrado mejorar en ese aspecto.
“Cuando llegué a jugar con Guaros, lo que más me costó fue la parte técnica, es algo que día a día hay que trabajarlo”, admitió el jugador para luego agregar “No era bueno haciendo un buen pase, me costaba. O los hacía duro o se las entregaba al rival, no era preciso. Pero el tema del pase cada vez te lo exigen más preciso, poco a poco lo fui puliendo y hoy con este cuerpo técnico que enfatiza mucho en este aspecto, he ido cada vez mejor”.