Varias son las opiniones suscitadas a raíz de la providencia que emitió el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) sobre los bienes que constituyen el Museo de Barquisimeto. Tal y como publicó EL IMPULSO, el pasado 27 de febrero la citada institución acordó que los bienes muebles e inmuebles de la Casa Grande de los barquisimetanos, se sometan a las políticas operativas, financieras y administrativas del Ministerio de la Cultura a través del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes).
Expropiado
Al respecto, Al Vanegas, artista plástico, considera que tal medida vulnera la esencia del recinto museístico. «Es lamentable la poca o nula capacidad que dejaron en evidencia las autoridades regionales y locales para resolver los problemas que le competen al estado Lara… sencillamente sólo esperaban que el Gobierno central «resolviera» la situación. Muy poco poder teníamos los artistas plásticos. Quienes podían, no actuaron, no lo hicieron. Ni la Gobernación del estado Lara ni la Alcaldía de Iribarren mostraron interés alguno para solucionar la problemática que por años arrastró el museo».
A su juicio, el Ejecutivo Nacional expropió el Museo de Barquisimeto. «Cuál será el destino de las diferentes obras de arte que custodia el museo, de las colecciones», se preguntó el artista y gerente cultural. Lo peor del caso, dijo, es que actuaron entre gallos y media noche, como es habitual para este Gobierno.
«Fundamuseo cayó en un limbo por la indiferencia del Ejecutivo regional y local. Expropiaron una edificación que le pertenece a los barquisimetanos.
Esa ha sido la política centralista de este régimen. Expropiar museos y conformar una red que como arañas tejieron para luego estrangularla».
Sumar y no restar
Por otra parte, para la doctora Milagros Gómez de Blavia, ex directora de la Fundación Museo de Barquisimeto, tal decisión evidentemente lacera los poderes locales, ya que perdieron competencia en la materia.
«En ningún momento las autoridades locales deberían ser desplazadas de sus deberes y derechos. Esa decisión debería ser para sumar y no para restar. Es preciso pensar en lo que representa el museo para el colectivo».
Esa medida, añadió, resultaría beneficiosa siempre y cuando no desplacen a los poderes locales. «Lo que nos preocupa en todo caso y debemos recordar, es que el museo es patrimonio local, independientemente de su valor universal, es patrimonio larense», reiteró.
Sostuvo que el museo es de la ciudad y no puede ser de otra manera. «Así lo dijo Rosario Anzola en el X aniversario. Hay que sumar y no restar y prestar vital atención a las colecciones».
Sin notificaciones
Por su parte, la profesora María Giménez, directora de la agonizante Fundación Museo de Barquisimeto, dijo, vía telefónica, que en ningún momento fue notificada de tal dictamen. «Me enteré por la prensa. En ningún momento fui notificada formalmente para estar presente durante la visita de las autoridades del Ministerio e Iartes. Ni por escrito, ni verbalmente me notificaron. Soy trabajadora al igual que el resto de los empleados y sencillamente nos dejaron por fuera».
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