El 7 de marzo de 1851 fue fundada la Escuela Lucrecia García, una institución que nació por la iniciativa de la maestra Antonina García, quien en honor a su hija le dio su nombre al plantel.
Hoy esta escuela arriba a su 161 aniversario, conservando su calidad educativa y con su matrícula sólo de niñas, convirtiéndose en la única institución pública con esta característica en la ciudad de Barquisimeto.
Con una misa de acción de gracias y un compartir con los docentes y personal administrativo de esta escuela, se dieron inicio a las actividades aniversarias, las cuales continuarán hasta el próximo 16 de marzo con el desarrollo de los juegos intercursos, encuentros culturales y recreativos.
La profesora Lindamar Sánchez, directora encargada de la institución expresó su satisfacción al ser parte de una comunidad educativa que ha sabido conservar la mística y los valores educativos con el pasar de los años, junto con docentes que trabajan a diario por entregar a sus alumnas la mejor enseñanza desde la etapa inicial hasta el sexto grado de educación primaria. Alrededor de 430 niñas reciben clases en las aulas de la Lucrecia García, tanto en el turno de la mañana como en la tarde.
Sin embargo, la escuela celebra su aniversario entre deficiencias y carencias que se muestran en el deterioro de la infraestructura del plantel, así como el colapso de las cloacas y la falta de mantenimiento de los aires acondicionados de cada una de las aulas.
Además, el espacio se ha quedado pequeño para la cantidad de alumnas, no poseen canchas deportivas y áreas de recreación acordes a la masa estudiantil de la escuela, por lo cual hacen un llamado a las autoridades de la Zona Educativa para que tomen cartas en el asunto.
“Se han engavetado proyectos en la Coordinación de Escuelas Bolivarianas de la Zona Educativa para mejorar la infraestructura de la escuela. Tenemos inspecciones de Fundación de Dotaciones y Edificaciones Educativas, hay problemas de filtraciones y con las baterías de los baños de la planta alta de la escuela”.
De las doce pocetas con las que cuenta la institución, sólo funcionan ocho por el colapso de los drenajes y a pesar de los constantes llamados a Hidrolara el problema no ha tenido solución.
Además, en tiempos de lluvia el agua se deja colar por los techos de la escuela, mientras las autoridades correspondientes hacen caso omiso a los llamados y peticiones que desde este plantel se han dado para mejorar y rehabilitar la infraestructura del mismo.
“Tenemos un proyecto a largo plazo que el gobierno debería tomar para llevarlo a cabo, pues no contamos con recursos económicos. Hacemos trabajos de autogestión para poder comprar el material de limpieza y oficina, pues la Zona Educativa no nos dota de ello. Tenemos muchas necesidades”.
A pesar de todas las deficiencias, la Escuela Lucrecia García no descansa en sus actividades, se mantienen trabajando con la esperanza de algún día desarrollar las actividades en espacios dignos para sus estudiantes.
Fotos: Dedwison Álvarez