Con la decisión que ha tomado el Gobierno nacional de eliminar la Fundación para el Desarrollo de la Región Centroccidental (Fudeco), queda demostrado el carácter anti-institucional del presidente de la República, Hugo Chávez, según la apreciación del ingeniero Julio Anzola, quien aspirara como productor del campo una curul de la Asamblea Nacional en representación del estado Lara.
No ha ocultado este régimen su propósito de aniquilar todas las instituciones importantes con las cuales contaba la República.
Fudeco, durante más de 40 años, significó tanto para Lara como para Portuguesa, Yaracuy y Falcón, el principal centro de ideas, investigación y estudios para proyectos destinados al desarrollo de la región Centroccidental.
No sólo se ocupó del área agrícola, sino de obras de infraestructura, dijo. Cuando se decidió su eliminación, ni siquiera se valoró el aporte que hizo Fudeco en el proyecto hidrológico Yacambú-Quíbor, cuyo objetivo fue el suministro de agua potable para gran parte de la población y la utilización del vital líquido para el riego del valle de Quíbor, el cual ha sido puesto a producir por el esfuerzo, la dedicación y el sacrificio de productores privados.
Además hay que hacer referencia a importantes obras como el Mercado Mayorista de Barquisimeto, uno de los más importantes del país, que sigue siendo ejemplo en la comercialización de alimentos de consumo masivo.
Igualmente, Fudeco ha dado su contribución a diversos proyectos en los estados vecinos, que han permitido el desarrollo de una gran cantidad de actividades útiles y necesarias.
Al eliminarse la Fundación, indudablemente ha prevalecido el criterio politiquero, ya que se produce precisamente cuando al frente de la misma fue colocada una persona de la más entera confianza del Presidente de la República.
Y fue precisamente el jefe del gobierno quien lo postuló como candidato a la gobernación de Lara. Ahora, le crea una Corporación que, claramente, tiene una finalidad política porque estamos en el año electoral.
Trata el gobierno de imponernos un modelo de vida que ya ha sido probado suficientemente en el mundo como ineficiente, negativo, como es el llamado socialismo real, que se basa en ideas marxistas, por cuanto se eliminan la propiedad privada, las iniciativas de los ciudadanos y las libertades, para que prevalezca el pensamiento único.
En la extinta Unión Soviética, Alemania y otros países imperaba una camarilla comunista, pero aquí sólo una persona, quien aspira a mantenerse en el poder hasta el último aliento de su existencia, sin importarle el desastre que causa.
Foto: Daniel Báez/Archivo
