Fueron doce los crímenes cometidos en el estado Lara, en este primer fin de semana del mes de marzo.
Solamente en Iribarren, se perpetraron once homicidios y uno en el municipio Andrés Eloy Blanco. Es la capital del estado Lara, la más peligrosa de la región.
Entre los crímenes destaca el doble homicidio perpetrado entre la noche del viernes y madrugada del sábado, en donde las víctimas son una estudiante de la UCLA y un agricultor.
El último cadáver en ser ingresado a la morgue del Antonio María Pineda, es el de Rafael Enrique Arena Puertas, de 18 años de edad.
Según relató Alfonso Arena, su hermano, salió a las 6:30 de la tarde del domingo a comprar un refresco en una moto. Aparentemente unos delincuentes trató de despojarlo de la máquina y Arena Puertas no se detuvo, motivo por el cual los hampones, le dispararon.
Un disparo en la espalda no detuvo al muchacho, quien mal herido siguió conduciendo la motocicleta, por tres cuadras hasta que llegó a casa de su madre, ubicada en la avenida principal del barrio José Gregorio Hernández, al oeste de la ciudad, en la parroquia Juan de Villegas.
Al llegar un vecino lo llevó hasta el ambulatorio de la Carucieña, por su gravedad fue remitido al Hospital Central, en donde fue intervenido de urgencia. El joven estaba en observación e iba a ser sometido a una segunda operación, pero no aguantó y a las 9 de la noche falleció.
La víctima fatal era el menor de seis varones, aunque en total eran nueve hermanos. Tres veces a la semana trabajaba como despachador en una empresa de lácteos y además se ganaba la vida como conductor de «rapidito».
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