Barcelona y Lyon parten como favoritos el miércoles (19h45 GMT) para sellar sus pasajes a los cuartos de final de la Liga de Campeones, los primeros ante un Bayer Leverkusen al que superaron 3-1 en la ida en Alemania y los franceses tras adelantarse 1-0 en casa ante el Apoel Nicosia.
Por ello, el encuentro del campeón español, europeo y mundial parece un mero trámite, mientras que el de los lioneses es más delicado, ya que los chipriotas fueron la revelación de la fase de grupos y aspiran a conseguir una remontada, en uno de los partidos más importantes de la historia del fútbol del país.
El único problema para el Barça de Guardiola parece ser el estado de su enfermería, que sigue con varios convalencientes.
Tras la lesión del defensa francés Eric Abidal, baja diez días por un problema de cadera, y las ausencias de larga duración de los delanteros David Villa e Ibrahim Afellay, ahora el equipo se ve privado del chileno Alexis Sánchez, por problemas en un aductor.
El Barça, que en la Liga española sigue segundo a diez puntos del Real Madrid, concentra gran parte de sus esperanzas de éxito en revalidar su título europeo y por eso Josep Guardiola saldrá con sus principales armas, especialmente el argentino Lionel Messi, que regresa al equipo.
El astro albiceleste no pudo jugar por suspensión el sábado en el sufrido triunfo por 3-1 sobre el Sporting de Gijón en la Liga española y tratará de guiar a los azulgrana a una nueva gran noche europea.
También estará de vuelta Sergio Busquets, también de baja por sanción ante el Sporting, para dirigir el juego de los catalanes.
«Dan por hecho que hay que ganar fácil, pero es algo que no pasa en el fútbol y menos en Europa. Tendremos que lucharlo», avisó Guardiola.
El equipo germano necesitaría una auténtica hazaña en el Camp Nou para remontar su pulso ante el campeón de la competición, al que sólo un exceso de confianza parece poder privar de avanzar a los cuartos de final.
Entre los pequeños rayos de esperanza para el Bayer, quinto de la Bundesliga, está su última victoria, el sábado en el campeonato nacional por 2-0 ante el Bayern de Múnich, pero su mal papel de la ida supone un pesado lastre.
Foto: Reuters