No se cómo llamar a mi buen amigo que se ha ganado tantos títulos, por supuesto muy bien ganados por ser a esfuerzo del trabajo a tiempo completo. Se trata de Don Alejo Hernández Acosta, hacedor incansable, hombre de adelante, bondadoso, productor las 24 horas del día, produciendo sin preguntar quién consumirá mi producción, de qué religión será y qué ideología practica. Su teoría es producir y compartir con el mismo ánimo, como si fuese el primer día. En este escrito la verdad que no sabía cómo llamarle, si doctor, profesor o Don Alejo y mi pluma me indicó llamarlo Tornillo, como cariñosamente le llamamos quienes lo apreciamos, admiramos y respetamos.
Como mis artículos son en Positivo, mi admirado amigo me da pie para esta reflexión, ya que su actitud, su humildad su bondad y don de gente, me permiten hablar de este hombre de campo que siempre ha producido más de lo que se consume, siendo parte de la solución, cargado de fe, esperanza y amor por el país, trabajando de sol a sol y buena parte de la madrugada.
En este magno evento nuestra Universidad le otorgó el título de profesor al Dr. Alejo, oí varios discursos bellos con un lenguaje académico de lujo que los escuché con mucha atención y respeto. No sé por qué lo asimilé, será porque también soy campesino y como hombre de campo cuando hablaba Tornillo yo mental y espiritualmente me trasladaba al campo y sentía el olor a tierra húmeda, el cantar de los gallos y el grito madrugador del campesino.
Alejo fue demasiado humilde como siempre en su intervención, si lo comparamos con el video que muestra el emporio que ha logrado con su creatividad, perseverancia, sobradas voluntades y talento indiscutible, a la vez rodeándose de los mejores, pues el equipo humano sobresale en su diligencia y gerencia, autónomo en sus decisiones, en perfecta alianza con su principal director profesor Tornillo, quien la vida dura y difícil lo condujo aprender de todo no importando los sacrificios, haciendo honor a aquello de que “el que quiere ser director de orquesta debe tocar todos los instrumentos; por ello decimos que ninguna teoría si no se pone en práctica no funciona y en la Organización El Tunal todo funciona a la perfección, o sea que para que todos quede ajustado uno lleva los tornillos y otros las tuercas.
Pude apuntar del documental muy pocas cosas que me acuerdo: 61.000 litros de leche diarios, 120.000 cerdos, no sé cuántos millones de huevos, pollos, miles de bovinos, caprinos, porcinos y pare de contar. No tengo espacio para expresar mi admiración y el orgullo de que esté en nuestro terruño. Ojala tuviésemos unos cuantos hacedores más como Tornillo.
Dijo Alejo, en su intervención dijo que si no producimos lo que consumimos estamos en guerra con nosotros mismos. Tiene toda la razón, hay que hablar menos y trabajar más y el que trabaja no come tierra verdad, Alejo. Hay que mantenerse ocupados y si no sembramos no podemos esperar cosecha y quien se mantiene trabajando no tiene tiempo de envejecer ni de enfermarse.
No olvidemos que Dios, nos dio uno de lo más lindo y rico país del mundo y que más temprano que tarde vendrá su recuperación en todos los sentidos y unidos sin venganza sin rencores todos conscientes de que este noble país tiene un potencial que va más allá del Canadá y de Australia, hasta el fondo de la Patagonia de posibilidades y riquezas vírgenes sin explotar, aparte del potencial más sagrado de jóvenes que el 61% no llega a los 36 años y ese es un tsunami de reserva que nadie puede parar, solo tengamos un poco de paciencia recordemos que Dios, anda de prisa pero siempre llega a tiempo.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país……