Ayer, cuando el último grupo de parientes de los reclusos de la comunidad penitenciaria Fénix salía del recinto después de entregar materiales solicitados para la visita del sábado, retumbó en el sitio una ráfaga de disparos.
Relataron familiares desde la parte externa de la cárcel que escucharon más de 20 detonaciones. Pocos instantes después de que varios visitantes abandonaran el lugar, donde acudieron para dejar algunos insumos que serían utilizados en las actividades de la visita de los hijos de los reos programada para hoy.
Por lo sucedido, las mujeres que viajaron desde varias partes del país como el estado Zulia y Caracas desconocían si la programación se mantendría.
Del interior de la prisión, comentaron los parientes, salieron dos ambulancias, después de que se escuchó el sonido de las armas de fuego. Una tercera unidad y cerca de una decena de funcionarios castrenses permanecían en una de las puertas de la cárcel, pasadas las 4:00 de la tarde.
Además, cinco de las mujeres que cumplen la pena en Fénix fueron trasladadas a Uribana.
Como presunta causa del hecho irregular circuló la versión de que un prisionero apodado El Fosforito desarmó a un custodio durante un chequeo en el área de aislamiento y esto desencadenó el tiroteo, pero fue controlado en poco tiempo.
La realidad, fue que a la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, ingresó César David Liscano, de 30 años, reo de Fénix, con una herida de arma blanca en la cabeza, producto de una riña, según comentó el propio sujeto.
