107 hombres se encuentran privados de su libertad en dos calabozos de la Policía Municipal de Iribarren (PMI). Cuatro mujeres están separadas, pero todos quieren lo mismo: el traslado.
Padecen el mismo problema que muchas personas en la calle, la falta de comida los tiene desesperados, solo que ellos no pueden hurgar entre la basura, como ya lo hacen muchos ciudadanos larenses.
“Nos estamos muriendo de hambre, estamos desnutridos, nos toca sancochar las conchas de mandarina”, gritó uno de los presos.
Son los familiares quienes a diario deben proveer de alimentos a los internos, pero se conoció que al menos la mitad de ellos no reciben nada, y otro grupo en forma intermitente, debido a que la situación del país está muy dura y se les hace muy difícil llevarla.
Una de las privadas de libertad aseguró que en una semana ya había perdido más de cinco kilos, pide que se hagan los traslados o que sea el Estado quien se encargue de su manutención y les dé comida. “Aunque somos delincuentes, nosotros también somos seres humanos”, aseguró la dama que estaba dentro de su celda.
El espacio donde se encuentran fue reforzado por completo, se soldaron cabillas, además de alcantarillado, buscando que las paredes no sean vulnerables para que los detenidos que allí están no intenten fugarse.
Los 107 hombres que allí permanecen están totalmente hacinados, “dormimos como gallinas, ya no cabemos” gritaban entre los barrotes.
Aseguraron que el detenido que más tiempo tiene en la PMI, cuenta con cuatro años, situación que fue certificada por el Director de la Policía Municipal de la capital larense, Mayor Wilmer Pifano.
“Esto es un centro de prevención, donde deben permanecer detenidos 72 horas, pero eso es en papel, la realidad es otra. En mi primera gestión se hacían traslados semanalmente, como debe ser”, destaca el Mayor Pifano, a la vez que manifiesta que no sabe qué es lo que pasa con los traslados, pues a pesar que ha enviado distintas comunicaciones tanto al Ministerio de Asuntos Penitenciarios, como al Ministerio Público y desde el 2016 no se hacen efectivos los traslados.
El director de la PMI indica que de forma semanal recibe visita por parte de la Fiscalía 13 del Ministerio Público, con competencia en Asuntos Penitenciarios y las recomendaciones es que se hagan traslados, “pero cómo hacemos, si no los dan”.
Recibe con riesgos
Una vez que el Mayor Pifano recibió la PMI, se hizo una revisión a los detenidos que allí estaban y había un riesgo de tuberculosis, por lo que fueron sometidos a un operativo de salud y en estos cinco meses ya han realizado al menos tres para frenar las enfermedades que allí pueda haber.
“Un solo Plan Cayapa es que se ha realizado aquí y de todos los detenidos solo salió uno y muerto”, reiteró Pifano.
Haciendo referencia a Engelbert José García Delgado (45) quien murió en octubre del 2017, este reo era de otro estado y no comía en ocasiones, le robaba la comida a otros presos y por ello era golpeado.