Entre las 6:30 de la tarde del martes, los miembros de grupos de Rescate Barquisimeto habían atendido al menos cinco heridos en la urbanización Bararida producto de las manifestaciones, pero tenían al menos hora y media que habían cesado las detonaciones y por tal motivo los cinco miembros de dicha organización habían decidido retirarse del lugar.
Tres de las estudiantes subieron a un apartamento a buscar los insumos que llevan consigo y Alberto Angulo, estudiante de 5to año de medicina y también miembro del grupo de Rescate Barquisimeto se quedó acompañado de una de las doctoras que se encontraba en el lugar.
La tranquilidad fue interrumpida de pronto. Un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ingresaron por el Bloque 1 de la urbanización Bararida, cuatro motos, cada una con dos militares llegaron por la calle, además de nueve efectivos caminando, mientras otro lote de castrenses con armas y escudos en mano se pararon en la reja de uno de los edificios. El GNB alzó su pie y de una patada abrió la reja e ingresaron detrás de él 16 uniformados, irrupción que quedó registrada en un vídeo.
Mientras esto se llevaba a cabo, relata Angulo que él se encontraba sentado esperando por el resto de sus compañeros y comienza a percibir el humo de las bombas lacrimógenas, a la misma vez observa un grupo pequeño de manifestantes corriendo y detrás de ellos corría un lote de funcionarios de la GNB. Los militares estaban dentro de los edificios y al ver que iban hacia donde ellos estaban, su instinto fue correr y al menos cinco guardias lo acorralaron y lo tenían apuntado en el Bloque 5 de dicha urbanización.
De inmediato el rescatista, quien vestía su uniforme de medicina de la UCLA, se identificó y además enseñó su casco blanco que estaba plenamente identificado con los logos de la organización para la cual presta servicio, pero hicieron caso omiso, lo insultaron y lo mandaron a callar.
“Yo lo que estoy es trabajando atendiendo heridos, no soy un manifestante”, repetía el joven a la vez que los funcionarios lo agarraba. “Vas detenido y te vas a morir”, le dijo uno de los uniformados.
Angulo comenta que no quería ir detenido y comenzó a forcejear con los funcionarios, quienes con sus propias manos le reventaron su camisa, a la vez que le daban con la culata de una de las armas en el costado y al caer al piso entre varios le dieron patadas, así mismo le rompieron la cabeza, tras golpearlo con una bomba lacrimógena.
“Los funcionarios me seguían repitiendo que me iba a morir, que me iban a matar y yo lo que sentía era miedo a que me siguieran golpeando y a la vez tenía temor por mi familia”, comenta el joven rescatista.
Asegura que uno de los castrenses lo agarró por la garganta y lo quería asfixiar, él explicaba que no era de ningún bando que hasta ellos los había atendido, pero siempre lo mandaban a callar. “Hubo un momento que me llevaban caminando y perdí el equilibrio y me caí, ya me encontraba sin camisa y los guardias me agarraron por los pies, me arrastraron al menos 60 metros por todo el estacionamiento”, recuerda el agraviado. Los vecinos al ver todos estos atropellos gritaban en contra de los castrenses, pero no llegaban porque lo tenían rodeado.
Pasaron al menos ocho minutos y fue un funcionario de la Guardia Nacional que le dijo al resto que era mejor que lo dejarán irse, pero no sin antes destruirle sus lentes correctivos, se llevaron consigo su bolso con insumos médicos, donde además iba un estetoscopio, lo despojaron de su reloj y dos teléfonos celulares. El estudiante de medicina quedó golpeado en el piso y allí le activaron dos bombas lacrimógenas en un lado y se retiraron.
Angulo comenta que se estaba asfixiando con el gas tóxico y fueron los vecinos y sus compañeras quienes lo ayudaron.
Posterior a lo sucedido fue atendido y revisado, presentó traumatismo en el hemitórax izquierdo, en la región dorsal, el cuello, las rodillas, la nariz, la boca, y presentó una luxación en el hombro derecho.
“Es la primera vez que me vi tan cerca de la guardia y jamás creí que no iban a respetar la identificación y con tantos casos que han pasado en el país, a la vez me sentí afortunado de que no me pasara algo tan grave”, comentó Angulo, quien a la misma vez manifestó que no iba a parar con su labor y que seguirá ayudando hasta los funcionarios.
Se siente un poco decepcionado porque indica que es el organismo que deben velar por el resguardo de la paz y no actuar con violencia.
Andreina Galíndez, estudiante de noveno año de medicina de la UCLA, relata que ella era una de las cinco personas que acompañaban a Angulo y fue una de las que fue a buscar los insumos que guardan lejos de donde atiendes los heridos para no perderlos. Asegura que se encontraban en una zona que consideran como fría, pues allí no llegan ni los manifestantes, ni los funcionarios, todo estaba tranquilo y por eso se retirarían, pero de pronto escuchan algunas detonaciones, gritos y observan a un guardia en una moto con el casco de su compañero, corrieron para ver que pasaba y les avisaron que lo habían herido, cuando llegaron a auxiliarlo, los funcionarios lo habían soltado.
Sin respuestas
La mañana de ayer miembros del Grupo de Rescate Barquisimeto, rechazan de forma enérgica la violenta acción por parte de la Guardia Nacional este martes. Es de resaltar que esta organización está conformado por 150 estudiantes de medicina y médicos especialistas, quienes ya tienen más de dos meses prestando apoyo en los sitios en donde se producen las manifestaciones en Lara.
Es por ello que este miércoles en horas de la mañana acudieron hasta el Destacamento 121 de la GNB donde fueron atendidos en la parte de afuera, por un oficial quien se identificó como Torres y dijo ser el encargado. Le comentaron todo lo sucedido con el rescatista e indicaron que fue golpeado, robado y además que son cinco los funcionarios quienes actuaron en contra del joven estudiante. El doctor Carlos Zapa, indica que dicho oficial se justificó indicando: “es que ustedes están del lado de los guarimberos y a mi no me va a interesar que ustedes carguen chalecos rojos, no me va a interesar que carguen un casco blanco”, así mismo los acusó de que ellos no trabajaban de forma voluntaria, que eran pagados y de forma repetitiva dicho oficial les dijo que los guardias nacionales estaban llevados por “la adrenalina del momento, uno actúa y ni siquiera se da cuenta”.
“Como un militar va a decir que se dejó llevar por la adrenalina, eso da cuenta que ni siquiera están preparados para estas situaciones”, indica Zapa quien se siente indignado por dicha respuesta. El doctor recalca que su trabajo es voluntario que han atendido tanto funcionarios como manifestantes heridos, “la salud no tiene color”, y así mismo asegura que lo hacen de forma voluntaria.
Hasta ahora no le encuentra respuesta a lo sucedido, pues han tenido relaciones con funcionarios de la GNB. En seis ocasiones han acudido hasta el Destacamento de Alí Primera, de las cuales al menos dos Angulo los había acompañado, han atendido a castrenses que lo han solicitado y hasta les han ayudado a conseguir medicamentos que han requerido.
Por otra parte, la abogada Escarlet García, miembro del Foro Penal de Lara, decidió apoyar y asesorar a los miembros de Rescate Barquisimeto, además recalcó que dicha situación lo que demostraba que no existía el respeto a los derechos humanos.
“Estaban haciendo un trabajo, han atendido de manera diligente a todos los que lo han necesitado, hasta funcionarios públicos, han dado lo mejor para ayudar a todos los larenses que han estado en este proceso de protesta y de manera expedita lo han hecho. Le pedimos a las Fuerzas Armadas que ellos mantengan su institucionalidad y que sean garantes de los derechos humanos”, manifiesta García.
Asegura que tanto Rescate Barquisimeto como el Foro Penal, han actuado de forma imparcial, pide que los desliguen de un grupo o de otro, simplemente cada uno están velando por su área. “Nosotros somos garantes de los derechos humanos, en la materia de la defensa penal de las personas detenidas arbitrariamente y ellos han sido garantes de la salud y de la vida de todas las personas que han estado afectadas en este proceso de manifestaciones”.
Por último, la abogada del Foro Penal exhortó a los comandantes de cada uno de los destacamentos a que conozcan que los miembros de dichas organizaciones son terceros que están mediando y ayudando en todos los procesos, solicitan que su integridad sea resguardada.
Así mismo se conoció que la denuncia fue puesta ante la Fiscalía 21 con competencia en Derechos Fundamentales, quien ahora conoce del caso. El caso también será llevado hasta la Defensoría del Pueblo, quien tiene el deber de abocarse de forma inmediata y si son necesarias las denuncias serán alzadas a nivel internacional detalló la abogada García, miembro del Foro Penal Lara.
