Aunque se les había advertido varias veces, la medida de desalojo de todos los puestos de vendedores informales de la calle 42 o avenida Rómulo Gallegos, llevada a cabo durante la noche del martes y madrugada del miércoles, tomó por sorpresa a la mayoría de ellos, así como a los transeúntes quienes, después de algún tiempo, pudieron caminar tranquilamente por las aceras, sin obstáculo alguno.
Geomar Rojas, director de mercados y abastecimiento de la alcaldía de Iribarren había anunciado para abril pasado el desalojo, lo que no se cumplió, supuestamente, por oposición de los ediles oficialistas.
Pero la noche del martes, obreros y vehículos de la alcaldía, apoyados por piquetes de policías municipales, aproximadamente a las 9 y 30, comenzaron a retirar los tarantines que permanecían sobre las aceras de la arteria vial, en especial las del ala oeste, entre la calle 42 y la venida Pedro León Torres.
Cuando en la mañana del miércoles llegó la mayoría de los buhoneros a iniciar sus labores se encontraron conque sus tarantines habían desaparecido.
“Eso ha sido un atropello contra nuestro derecho al trabajo porque ahora que no hay comida y no hay trabajo, no sabemos que hacer para darle de comer a los hijos”, decía Ana María Márquez, una de ellas.
Alicia García, por su parte, manifestó que desde hacía 8 años tenía su puesto en el que vendía medias y ropas infantiles.
El frutero Guanipa Reyes también se quejaba de que le acabaron su negocio en la avenida, donde llevaba tres años.
La mayoría se quejaba de que les habian llevado las “tuberías”, o sea los tubos con los que armaban diariamernte los tarantines.
Algunos de los tubos se encontraban fijados con cemento en las aceras.
Los cerca de mil comerciantes informales, dividos en varios grupos, habían tomado las avenida Rómulo Gallegos, en las intersecciones con la Venezuela y Pedro León Torres, así como las transversales, impidiendo el tránsito automotor hacia el Terminal de Pasajeros.
Los comercios establecidos en la zona se mantuvieron cerrados por precaución ya que sus dueños temían saqueos.
Cerca de las 9 de la mañana llegó Cornelio Cala, jefe de fiscalización de la División de Abastecimiento y Mercados, quien se reunió con algunos de los presentes.
El funcionario tuvo que soportar todo tipo de reclamos e insultos por el sorpresivo desalojo, aunque, pacientemente, les explicó que, simplemente se estaba cumpliendo con las ordenanzas municipales que obligan a la alcaldía a mantener libres los espacios físicos para la ciudadanía.
Les recordó que, previamente, se habían sostenido acuerdos entre las partes y muchos de los comerciantes estaban concientes de que serían reubicados en otras zonas.
De nada valieron sus explicaciones pues los ánimos fueron caldeándose por parte de algunos al punto de que Cala, sintiéndose amenazado físicamente, se retiró del grupo, siendo perseguido por algunos que, incluso, lanzaron objetos que, afortunadamente, no impactaron con nadie.
Cala tuvo que ser protegido por los uniformados de la Policía Municipal, quienes, entre forcejeos, lograron introducirlo en una patrulla para sacarlo del lugar.
Pero las manifestaciones de protesta continuaban en la avenida, frente al cementerio, hasta que algunos de los que fungían como líderes pidieron trasladarse al terminal de pasajeros.
Mientras tanto, transeúntes, gratamente sorprendidos, caminaban por las aceras que les habían sido vedadas durante mucho tiempo por la ocupación de los tarantines que les obligaban a hacerlo por la capa de rodamiento de los vehículos.
El numeroso grupo de mujeres y hombres se ubicó en la salida del mismo, impidiendo a los conductores de busetas, autobuses, camionetas y carritos que desde allí operan, iniciar sus viajes hacia diferentes destinos.
En el interior del terminal, conductores y pasajeros esperaban pacientemente el retiro de las personas para iniciar sus recorridos.
Hubo un momento en que una piedra, lanzada desde el interior, cayó entre las personas, afortunadamente sin impactar a nadie.
Los conductores y pasajeros pedían la intervención de la Guardia Nacional para normalizar las actividades en el centro de acopio de viajeros.
La toma se mantuvo hasta las doce y media cuando llegó un piquete del Destacamento de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, cuyo jefe inició un diálogo con algunos de los que figuraban como líderes de la protesta, iniciativa inútil pues el grupo insistía en seguir en el lugar hasta recibir al alcalde o a otro funcionario con autoridad para decidir.
Se había anunciado la llegada de concejales del oficialismo, pero no ocurrió hasta después del mediodía.
Luego de algunos forcejeos, aproximadamente a las doce y media, los vendedores informales fueron retirados de la salida del terminal y carritos, camionetas, busetas y autobuses comenzaron a salir.
Alcaldía garantiza la reubicación
Diego Mendoza, director de la Alcaldía de Iribarren aseguró que 392 comerciantes fueron desalojados en la avenida Rómulo Gallegos (calle 42) y que iniciaron las conversaciones para la reubicación hacia un espacio destinado exclusivamente para el comercio buhoneril.
Señaló que el operativo Ciudad ordenada está planificado hace meses con la finalidad de rescatar el espacio público.
Resaltó que desde hace un año se mantenían conversaciones con los comerciantes, pero no se lograron acuerdos por lo que tuvieron que desplazarlos tal como se hizo. Apuntó que no hubo violencia puesto que el despeje fue en la madrugada.
“Por años en este espacio reinó la delincuencia, prostitución, tráfico de drogas y ahora el bachaqueo; teníamos que acabar con esto y recuperar este espacio de los barquisimetanos” expresó.
El alcalde Alfredo Ramos expresó en su programa radial que la calle 42 era un “antro peligroso” para los peatones y los mismos buhoneros.
El operativo inició con la demolición y corte de los tarantines que estaban en la acera y calzada por parte de una cuadrilla de la Empresa Municipal de Infraestructura y Ambiente de Iribarren (Emica), más de 80 personas trabajaron en la limpieza, también se colocaron 700 ojos de gato y se usaron 2.400 metros lineales de pintura.
Diego Mendoza insistió en que se trata de una mejora para la ciudad y considera que 90 % de los comerciantes informales aceptará negociar con la Alcaldía para acordar nuevos espacios, proyectos de capacitación, microcréditos, entre otras alternativas que, a su juicio, resultarán en mayores beneficios para ellos.
Mendoza destacó que quienes incumplan la ley serán sancionados y que en el marco de la legalidad enfrentarán a aquellos que tomen actitudes violentas al negarse al desalojo de los espacios públicos.
Enfatizó que continuarán los desalojos de comerciantes en ubicaciones indebidas, mencionó a los ubicados en los laterales de la avenida Libertador, carrera 19 con 54 y a los vendedores de comida y CDs frente al Colegio de Ingenieros.
El Instituto Municipal de la Vivienda (Imvi) ya tiene un primer proyecto para la reubicación de los buhoneros, se trata de un centro comercial buhoneril con capacidad para 140 comerciantes, además de una feria de comida, al cual se le dará la promoción debida para atraer a los clientes.
Asimismo fue anunciado la intención de convertir la avenida Rómulo Gallegos en otra “vitrina urbana” por lo que las fachadas de los edificios serán remodeladas.
En enero se iniciará remodelación del terminal
Una nueva promesa para los barquisimetanos fue anunciada este miércoles por la Alcaldía de Iribarren: la remodelación del Terminal de Pasajeros.
El ingeniero Víctor Lucena, presidente de la Empresa Municipal de Infraestructura y Ambiente de Iribarren (Emica), manifestó que los trabajos iniciarán en enero de 2017.
Indicó que será una rehabilitación total, “va a quedar como un aeropuerto”, contará con entradas independientes, acceso peatonal, áreas verdes, un área de mercado, transformación de baños públicos, talleres y depósitos.
El proyecto también contempla colocación de alumbrado público, área de paradas de microbuses y buses por puesto, área de kioscos, renovación del corredor vial y un área de transferencia del sistema de Transbarca.
Otra novedad que tendrá el nuevo terminal terrestre de la ciudad será la venta de boletería a través de internet, en donde los usuarios podrán adquirir un pasaje con varios días de antelación sin necesidad de ir a la sede.
“Simplificará la vida de los barquisimetanos, además el terminal es la primera cara de la ciudad, debe ser agradable para todos”.
Dijo que en los alrededores del terminal hasta ayer (el lunes) se vivía en anarquía, los peatones se molestaban porque no podían transitar adecuadamente, lo mismo sucedía a los transportistas.
Recordó que Emica ya realizó trabajos de mantenimiento y bacheo en la calle 42 desde la carrera 19 hasta la avenida Venezuela.
Dijo lamentar que Hidrolara haya roto la vía en la carrera 21 con 42 luego de que haber sido reparada pero confía en que la empresa se encargue de rehabilitarlo nuevamente.