Cortocircuito de Corpoelec se extiende por todo el país

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La crisis en Venezuela se ha incrementado y diversificado de tal manera que actualmente no sólo toca la escasez, el desabastecimiento, la inseguridad, el problema hospitalario, el alto costo de la vida y la inflación que redujo el bolívar a una mísera moneda sin valor, frente a los precios especulativos por la ausencia de controles eficaces del Estado, que dejan a la gente sin adquirir suficiente alimentación, al margen de un progresivo empobrecimiento y desnutrición.

Dentro de este entramado problema se encuentra la desinversión en materia de servicios públicos que el Estado debe ejecutar con los ingresos provenientes de la venta del petróleo, para garantizar a todos por igual agua, vialidad, drenajes, aceras, cloacas y electricidad.

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En el caso de la electricidad, en los últimos años el sistema ha presentado serios inconvenientes que han dejado a los venezolanos a oscuras, hechos que se registran posterior a la nacionalización de Corpoelec, en julio de 2007, mediante decisión del fallecido presidente Hugo Chávez. Las fallas eléctricas se comenzaron a producir en el territorio nacional en el año 2002.

Los larenses que venían de recibir un óptimo servicio prestado por la entonces Energía Eléctrica de Barquisimeto (Enelbar), no salían del asombro hace trece años, frente a la inusual cantidad de apagones, los cuales se intensificaron en los años 2009, 2012, 2014 y no se han detenido en el 2015.

Contradictorio resulta que Chávez estableció la reorganización de este servicio, al que denominó Sector Eléctrico Nacional (SEN), con la finalidad de mejorarlo para toda Venezuela, siendo a la fecha progresivo su deterioro, en perjuicio de los ciudadanos, lo que ha significado un enorme retroceso para los hogares del país, así como para el área comercial, empresarial e industrial que requieren permanente energía para desarrollar sus actividades, hoy mermadas por esta razón.

Siguen los apagones

A propósito de la aparente normalidad que hace cerca de un mes registra el servicio eléctrico en las capitales de los nueve municipios del estado Lara, Mario Briceño, secretario general encargado del Sindicato de Trabajadores Eléctricos de Lara (Sitiel), señaló que el problema no ha cesado como muchos pueden creer.

Al respecto, sostuvo que en estos momentos se sigue racionando más hacia la zona rural en la entidad, mientras los habitantes de las ciudades no se están dando cuenta de los apagones que se activan en esos sectores apartados.

Precisó, por ejemplo, que en Quíbor, municipio Jiménez, dejan sin el servicio a varios caseríos y durante el tiempo que los afectados tardan en notificar a Corpoelec del inconveniente, por no contar con los medios apropiados de comunicación rápida y directa.

Manifestó que probablemente la no continuidad de los apagones programados que hasta hace un mes se intensificaron y castigaron a los larenses, se debe a que la empresa esté sometiendo a reparación y mantenimiento algunas máquinas generadoras, pero no descartó que continúe el déficit de material y de equipos, lo que entorpece la puesta en marcha de un servicio de electricidad permanente y confiable, adaptado a las nuevas exigencias del país.

Planta Gabaldón a media máquina

Confesó Briceño que de acuerdo a una información desprendida de un grupo de ingenieros, la Central Termoeléctrica Argimiro Gabaldón, ubicada en Palavecino, la más nueva de las instalaciones de este ramo en Lara, está trabajando apenas con una máquina, de tres.

Lamentó que para recuperar estos dos equipos el Gobierno nacional requiere hacer una inversión muy alta, lo que equivale a comprarlos nuevos, y ello representa un considerable desembolso de dinero.

80 megavatios menos para Lara

Explicó Briceño que la Central Termoeléctrica Argimiro Gabaldón genera 120 megavatios para el estado Lara, en 3 máquinas de 40 megavatios cada una. Sin embargo dijo que por efecto de las dos máquinas paradas en Gabaldón, Lara está dejando de percibir 80 megavatios, que necesariamente se tienen que buscar en el Sistema de Interconexión Nacional.

Deploró que desde hace trece años, es decir, desde 2002, no se ha podido desarrollar una cuarta máquina en esta planta, igualmente de 40 megavatios.

Además, no se culminaron los estudios que se hacían en Argimiro Gabaldón para la instalación de una planta polígono de 300 megavatios para Lara, siendo la demanda máxima en ese entonces de 360 megavatios, lo que hubiese quedado todavía para exportarle electricidad al estado Yaracuy.

Se planteó recuperar Planta III, con la colocación de dos turbinas que inicialmente se dijo serían de 100 megavatios, pero resulta que cada una es de 50 megavatios y pueden generar apenas 40 por tratarse de equipos usados que vienen rodando Anzoátegui-Caracas-Lara.

De la misma manera se planificó recuperar Planta II, la cual está conformada por 6 turbinas de 8 a 15 megavatios, para lo cual se requería una estructura suficientemente adecuada para instalar máquinas pequeñas de 25 megavatios, y de esta manera se mejoraban a 50 megavatios de generación.

Recordó que para Carora, municipio Torres, se acordó instalar una turbina de 20 megavatios, porque esa localidad consume alrededor de 80 megavatios; sin embargo, misteriosamente se extravió una máquina de 5 megavatios en esa ciudad durante una presunta reparación a la que debía ser sometido este equipo, no sin antes desmantelarlo, siendo los presuntos responsables personas contratadas por la empresa.

Caracas siempre con luz

Determinó que la situación empeora para los larenses cuando desde Caracas, para que los caraqueños no queden a oscuras, ordenan que se racionen esos 80 megavatios que se reciben del Sistema de Interconexión Nacional, y se los transfieran a la capital, lo que constituye un apagón para esta entidad cada vez que se hace este mismo procedimiento.

Puntualizó que es preocupación única para el gobierno mantener a Caracas con electricidad permanente, quizás para generar una sensación de que en el resto de Venezuela no está pasando nada en materia de energía, pero también para evitar que la población se manifieste en las calles contra los apagones.

Esgrimió que en las ciudades de Maracay y Valencia hay mayor racionamiento, porque a ambas regiones del centro del país les quitan los bloques de energía que les corresponden para mantener a la Capital, pese a que son zonas con instalacionesde parques industriales que requieren este servicio.

Estima Briceño que el Gobierno por  temor protege a Caracas garantizándole la luz, ya que esta ciudad posee una explosión demográfica con más barrios, y prefiere tener contenta a su gente, pero además, para que no se percate del racionamiento que sufren los estados del interior.

Agregó que 100% de las veces que Caracas se queda sin luz, en casos muy contados, es por una falla, no por cortes programados. “Que falte luz en cualquier lugar pero no en Caracas”, criterio de Corpoelec.

Jesse Chacón incumplió su palabra

Chacón llegó al ministerio de Energía Eléctrica en el año 2013 por decisión del presidente Nicolás Maduro, y uno de los primeros anuncios que hizo fue que él mismo se daba un plazo de 100 días para resolver la crisis eléctrica en Venezuela, de lo contrario renunciaría.

No obstante, luego de transcurrir dos años en el puesto no pudo solventar la situación, superó ese límite y en medio de apagones continuó en el cargo, que en abril de este año adjudicó al aumento de temperatura en Venezuela.

Deficientes megavatios

En la entidad larense se producen entre 180 y 200 megavatios, pero con deficiencias. En virtud de esta falta de energía en Lara no han cesado las interrupciones de energía, que a la fecha se traducen en reiterados apagones y hogares a oscuras, comentó un especialista eléctrico que solicitó no se publicara su identidad.

Por lo tanto, para que haya optimización en todo el sistema se necesita abastecer la demanda, que se sitúa en unos 700 megavatios. El Gobierno se ha visto en la imperiosa necesidad de aportar la diferencia de requerimiento de megavatios para Lara, recurriendo a la incorporación de energía desde la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como embalse Guri, y de Planta Centro.

Expuso que las termoeléctricas instaladas tanto en la Zona Industrial I como en Zona Industrial III de Barquisimeto se encuentran activadas y son las que producen los megavatios antes señalados.

Esgrimió que pese al gran esfuerzo humano de la corporación eléctrica por garantizar el servicio a toda Venezuela y brindarle de esta manera mayor calidad de vida a la población, el problema se ha agudizado por la falta de inversión con miras a recuperar el parque eléctrico. Recordó que durante los cuarenta años de gobiernos que antecedieron la llegadaal poder del presidente

Hugo Chávez, los estudios técnicos en de la época buscaron que se generara la máxima energía para desconectarse del sistema Guri en un 80%, con la idea de depender de esta en un 20%, previendo a futuro el desenlace de una crisis como la vivida en los últimos años.

Otro tema es el laboral

Paralelo al tema de los apagones, en Corpoelec la crisis también golpea fuertementelas condiciones laborales de los trabajadores informó la fuente. Atrás quedó la eficiente gerencia de lo que una vez fu  Enelbar y los beneficios para sus trabajadores, frente a las deficiencias de Corpoelec.

Esperan nueva convención colectiva

Mario Briceño explicó que los trabajadores de Corpoelec esperan que el Gobierno nacional se digne a la firma de la convención colectiva antes de las elecciones del seis de diciembre. Lleva cinco años en mora, y actualmente dos meses en discusión bajo la representación de la Federación de la Industria Eléctrica de Venezuela (Fetraelec).

Se agrega que en los últimos tres años no se han beneficiado con los ajustes salariales que ha hecho el gobierno.

Expuso que la excusa dada por los representantes de Corpoelec sobre la tardanza en la firma del contrato colectivo es la falta de recursos, pero es una de las empresas que más recauda dinero en el país; lo que pasa es que no hay disposición del gobierno de mejorar las condiciones laborales.

Pocas unidades para el servicio

Contabilizó que apenas cinco unidades quedan activas en Corpoelec Lara, desde las 3:00 de la tarde hasta el siguiente día, con una pareja a bordo para cada una. Esas cinco parejas solamente cuentan con un solo camión disponible durante la guardia, por lo que de presentarse tres emergencias o más de manera simultánea en la ciudad deben buscar otros camiones para que los auxilie en esas contingencias.

Aquí se presenta un inconveniente, porque ese carro a conseguir depende de otros departamentos donde son los propios trabajadores quienes reparan las unidades cuando se dañan y por esta razón tratan descuidarlas.

Aunque si las ceden a los otros trabajadores para que lleven a cabo las maniobras solicitan les paguen cualquier daño que le ocasionen mientras las tengan en su poder.

Hecho irregular

Corpoelec estaría cometiendo un hecho irregular ya que cuando los trabajadores reparan las unidades por cuenta propia les paga bajo la modalidad de sobretiempo para reembolsarles lo que gastaron, aunque el trabajador no ejecutó ese sobretiempo, pero terminan pagándole más de lo que le corresponde porque ese dinero incide en las utilidades.

Está creando la cultura de la trampa y lo inculca la propia empresa, al inducir a pagar al trabajador la reparación de algunas unidades para tenerlas operativas y así mantener los numeritos en positivo. En tal sentido, Briceño pide que Nelson Peña, coordinador regional de Corpoelec, sea investigado a causa de esa situación.

Menos camiones por más carros de paseo

Acotó que Corpoelec está comprando en su mayoría vehículos de paseo, y de estos, el 70% los utilizan los gerentes y personal de confianza. Denunció que estos carros son sacados para llevar a cabo campaña política y pegar afiches del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pagándole la hora de sobretiempo al personal que involucran en este tipo de actividad que no se corresponde con la labor eléctrica, en detrimento de los usuarios.

Lo insólito del caso es que a los trabajadores que van a reparar un transformador en la entidad, o se dirigen a otra región para realizar alguna labor no les cancelan completo, para ello inventaron una figura de pago.

Explicó que se trata de lo que denominaron “diferido”, es decir, a esos trabajadores les colocan en un recibo una determinada cantidad de dinero sin haberlo recibido en su totalidad, pero cuando van a pagar el Impuesto Sobre la Renta deben cancelar todo sin haber recibido una remuneración completa.

Comentó que cuando trabajan para la campaña como llevar plantas de sonido para los mítines, no hay diferido porque les conviene tener a esos hombres ahí.

 

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