En Venezuela se registra la más alta tasa de embarazo adolescente entre los países de Suramérica, con 101 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad, cifra obtenida por el diagnóstico mundial 2012 llevado a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Hasta hace solo 20 años la salud sexual y reproductiva se mantuvo en un segundo plano ante prioridades como el agua, el alimento y el albergue.
A principios de la década de 1990 se llevaron a cabo numerosos estudios y pruebas que demuestran la visibilidad de salud de las mujeres y niñas. Cientos de intervenciones humanitarias satisfacen ya las necesidades asociadas al embarazo y el parto, e intentan hacer frente a la vulnerabilidad del embarazo adolescente y a las enfermedades de transmisión sexual ocasionadas por la falta de educación.
Según estadísticas que lleva la Unfpa, aproximadamente 55% de la población actual venezolana son niños y adolescentes, quienes en los próximos años podrían entrar en la edad reproductiva y laboral. Por ende, su nivel educacional, estado de salud y disposición para asumir responsabilidades, determinarán su propio futuro y el del país.
Por esa es de suma importancia la debida educación sexual que sea fomentada desde el hogar y la escuela, a manera de ir disminuyendo el número de embarazo precoz y las enfermedades de transmisión sexual a temprana edad, junto a todas las consecuencias que acarrean en la vida de los más jóvenes.
Niña Madre
Nubia Laguna, coordinadora técnica de la Asociación Civil Niña Madre, dio a conocer que actualmente existe un incremento en el embarazo precoz por la falta o escasez de métodos anticonceptivos en el mercado.
“La mujer venezolana hoy en día para poder utilizar anticonceptivos orales debe comprárselos a los ‘bachaqueros’ y estar cambiando de marca cada mes, dependiendo de lo que logren conseguir, ya que en las farmacias no hay. ¿Cómo una adolescente que esté iniciada sexualmente y que estudie cuarto o quinto año de bachillerato, va a contar con los recursos para pagar 2.000 bolívares por el precio de los anticonceptivos?” Muchos jóvenes al verse limitados se resisten a tener relaciones sexuales seguras y protegidas, incrementándose en gran número los embarazos en las adolescentes.
Existen circunstancias en el ámbito social y familiar que dan pie al embarazo de las adolescentes. Dentro de la Asociación Civil Niña Madre han atendido menores de edad embarazadas que deciden llevar a cabo su rol a temprana edad por el hecho de que en su núcleo familiar es algo común: un patrón que se va repitiendo de familia en familia. “Una de nuestras pacientes decidió que tenía que ser madre a los 19 años de edad porque se estaba poniendo vieja, ya que en su comunidad las madres tienen a sus hijos desde los 15 años. Además, la joven venía de una familia donde su madre la había tenido a los 14 años”, informó Laguna.
¿Qué sucede con este tipo de embarazos? Las razones son multifactoriales: está involucrado el tema de la educación desde el hogar y la escuela, y la gran cantidad de desinformación sobre la educación sexual por el hecho de la dificultad en los padres y familiares para discutir formalmente sobre el tema.
La institución propone como una de las soluciones, una educación desde temprana edad a los niños sobre la siembra de valores al momento de ejercer la sexualidad, vinculado con lo educativo y preventivo. “Este tipo de programas ha tenido resultados positivos en otros países y nosotros nos estamos quedando atrás, solo dando cifras, y son muy pocas las acciones que realmente se están haciendo. Deberían enseñarse los deberes y derechos sexuales y reproductivos como proyectos de aula, sin limitaciones para conversar sobre el tema”.
La adolescencia no es una edad para establecer relaciones sexuales sin antes haber recibido la formación y la educación necesarias. La iniciación sexual va más allá de una edad cronológica; es un asunto íntimamente personal que debe estar apegado a la madurez de la persona en ejercer una vida sexual responsable.
“Hasta 80% de nuestros jóvenes y adolescentes en los liceos tienen relaciones sexuales. Ellos deben recibir información y orientación para que sus relaciones sexuales sean responsables y no solo estén protegidos de un embarazo no planificado, sino también de infecciones de transmisión sexual”.
La iniciación sexual es una decisión personal que puede verse influencia por la información que la persona ha recibido tanto en el hogar como en la casa de estudio. “Hoy en día los adolescentes están solicitando servicios de calidad, donde ellos puedan ir y ser atendidos de manera integral y el tema de los derechos sexuales reproductivos sea protagonista”.
La institución Madre Niña desarrolla actividades de prevención en distintos colegios y liceos de la parroquia Coche, en Caracas, desde hace 26 años, formando a los docentes como facilitadores en un programa llamado “Todos somos educadores sexuales”; y proyectos de atención directa a las adolescentes embarazadas con un programa de paternidad y maternidad responsables.
Prevención en Lara
Dentro del Centro Gumilla, ubicado en la calle 57 con carrera 22 en Barquisimeto, se realiza el proyecto “Embarazo a temprana edad”. Buscan fomentar una educación sexual a los adolescentes que cursan desde noveno hasta quinto años en el Liceo Doctor Ezequiel Bujanda, en la Avenida San Vicente.
El programo es efectuado a través de una serie de talleres de desarrollo personal y actividades didácticas. El proyecto nació mediante un diplomado, el cual se implementa como una medida para disminuir el número de embarazos de jóvenes entre 13 y 16 años de edad que se presentan en el plantel educativo, al comenzar su vida sexual activa.
El diagnóstico que los especialistas realizaron dentro del liceo, arrojó que los jóvenes desconocen el uso de anticonceptivos por ser un tema tabú dentro de la familia. Para solventar dicha situación en las charlas y talleres se informa sobre el uso de los mismos a manera de ser una herramienta para fomentar este tipo de educación. “En el hogar los padres no educan a los hijos sobre los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual. Nuestra visión es llevar esta siembra de información a otras instituciones para que perdure en el tiempo”, dijo Rafael Rodríguez, participante del diplomado Liderazgo para la Transformación.
El coordinador hizo hincapié en la importancia de orientar a las madres adolescentes en el sentido de que no abandonen sus estudios y encuentren un equilibro para poder llevar a cabo su rol como madre sin salirse del sistema educativo. “Muchas madres por brindarle de lleno el tiempo a sus hijos abandonan sus estudios. La idea es que ellas sigan adelante, porque todos somos humanos y fallamos”.
El eslogan de la actividad es “Todo tiene su tiempo y su momento”. Los jóvenes deben entender que hay un tiempo y momento para todo.
“Con la escasez de preservativos en el estado Lara se dificulta más la tarea de tener una vida sexual protegida y segura, no siendo éste el momento más idóneo para ejercer una labor reproductiva cuando la prioridad de los más jóvenes deben ser sus estudios y proyectos de vida”.
Proyecto Esperanza
Ante la desesperación que las madres adolescentes puedan sufrir al momento de concebir pueden recurrir a medidas que las lleven a “solucionar” la situación, como un aborto provocado para “salir rápidamente de aquel inconveniente”.
Los coordinadores del Proyecto Esperanza, Eneida de Figueroa y Juan Ramón Figueroa acompañan a todas aquellas personas que sufren el Síndrome Postaborto, a manera de apoyarlas en la superación del dolor y culpa que ocasiona la pérdida de un hijo, en especial por un aborto espontáneo.
El Síndrome Postaborto no solo se le presenta a la madre que abortó. Puede manifestarse en cualquier persona que se haya involucrado culpablemente en la comisión del mismo (puede ser la pareja de la mujer que abortó, el padre que la obligó a no tener el hijo o incluso el doctor que indujo el aborto).
“No se poseen estadísticas reales de abortos producidos, ya que en la mayoría de los casos la mujer que abortó o ha escondido el embarazo o explica que fue una causa natural, por el hecho de que es ilegal realizarlo dentro del país. Sin embargo, para nadie es un secreto que en Lara existen clínicas abortivas en donde los médicos realizan la extracción del feto quirúrgicamente y la tarea también se facilita con el obtención de pastillas para el aborto químico, las cuales cualquier persona puede conseguir fácilmente vía internet”, explicaron los coordinadores.
El Síndrome Postaborto se puede presentar incluso hasta diez años luego de haberlo provocado. En reiteradas ocasiones la persona no está consciente de que lo sufre. “Sabe que psicológicamente está sufriendo, pero no sabe la verdadera razón”. Los síntomas son similares al estrés postraumático y los más recurrentes son: depresión, culpa tristeza, irritabilidad, llanto excesivo y sin razón aparente, pesadillas, tendencias suicidas y desequilibrio emocional.
“La excusa en las adolescentes que han realizado aborto es que no poseen la condición económica para hacerse cargo de un hijo; sin embargo en jóvenes con posición económica elevada utilizan como excusa que aquel embarazo le estaba estorbando en sus proyectos de estudio o de vida”.
El Proyecto Esperanza recibe a cualquier persona que requiera la ayuda mediante un acompañamiento emocional. Cualquier afectado puede comunicarse con la institución a través de su línea telefónica 0251-7190050.
Ante la situación económica que vive el país, los especialistas en el área afirman que los riesgos o complicaciones que sufren las madres adolescente se pueden ver incrementados.
Desde el comienzo del embarazo existen dificultades para que las madres sean atendidas dentro del servicio de salud para realizarse sus respectivos chequeos. Los micronutrientes necesarios tampoco se consiguen en el mercado, y son de suma importancia para el desarrollo del embarazo.
“Obviamente está la situación crítica en el tema de salud. Sumando las complicaciones propias de una adolescente embarazada, se incrementan los riesgos para la madre y el bebé. Las cifras de mortalidad infantil han aumentado en gran número en Venezuela. De cada 100.000 bebés, aproximadamente 95 fallecen”.
El embarazo precoz surge de una temprana inserción a la actividad sexual y se origina por la falta de educación sexual en estos jóvenes. Sucesos que se pueden corregir al implementar medidas de educación y valores dentro del hogar y las escuelas. “Cuando un muchacho no tiene bases o fundamentos de vida, consecuencia de una familia disfuncional, busca auxilio en este tipo de relaciones, sin caer en cuenta las consecuencia que pueda traer para su salud y vida futura. Los jóvenes deben cambiar en su mentalidad el ser responsables y tomar un decisión inteligente, aceptando las consecuencia de sus actos”, enfatizó Eneida Figueroa.
Efectos en la salud
El jefe de Sala de Partos del Hospital Central Antonio María Pineda, Enrique Alvirez dio a conocer que el embarazo precoz es de alto riesgo, ya que las estructuras anatómicas de las adolescentes no están completamente desarrolladas, pues pasan por un proceso de maduración en sus tejidos, órganos y sistemas.
“Es complejo llevar un embarazo junto a un proceso tanto de maduración de la psiquis como biológicamente, ya que están pasando por un desarrollo psicosocial”.
Trastornos hipertensivos en el embarazo (que es una de las primeras causas de mortalidad en las mujeres y de prematuridad en el neonato), falla de nutrientes que puede conducir a una osteopenia o una osteoporosis temprana, caída del cabello, infecciones, dificultades visuales y caries, son algunos de los riesgos que pueden presentar la madre precoz durante el embarazo.
“Al momento de producirse un descontrol en el cuerpo de la embarazada, porque el mismo arrastra los nutrientes al menos favorecido, que en este caso en el feto; puede desencadenarse un desequilibrio que va a mermar la salud de la paciente, añadiéndose al problema social que está ya presentando”.
Cuestión de etapas
El sacerdote Jesús Lárez dio a conocer que el experimento sexual a temprana edad puede traer como consecuencia el embarazo no deseado en adolescentes dentro de su periodo decisivo de formación de identidad. Esto influye en la paralización de los estudios de la futura madre y que la misma pueda quedar sola sin apoyo de la pareja que comúnmente es otro adolescente.
“Si nos damos cuenta para prevenir este tipo de situaciones es necesario la paternidad responsable, es decir, ofrecer valores, principios y una vida de respeto por su sexualidad, pues la misma no es para probar por aquí y por allá buscando desenfrenadamente el placer.
Tiene un fin que es el bien de esposos y la procreación de hijos, pero el desorden cultural y moral que existe ha traído sus consecuencias graves, desde un punto de vista social que estamos sufriendo.
Yo no estoy planteando un camino fácil, es el camino seguro para poder vivir las etapas de vida con intensidad; me refiero a la niñez, adolescencia y juventud con la ayuda de padres responsables. Tener un hijo en la adolescencia no es transmitir vida en plenitud”, reflexionó.