“Yo soy Central La Pastora y Empresas Polar” fue la expresión de Edén Gil una mujer que tiene un restaurante desde el año 1995 frente a la empresa azucarera, asegurando que “nunca” ha cancelado un mes de alquiler en el sitio y que las condiciones de la directiva del Central La Pastora para permanecer en el lugar solo ha sido que prepare comida para los trabajadores que dependen de la empresa, a precio accesible.
Estas condiciones es lo que mantiene firme la posición de la mujer de defender a la empresa que le ha tendido la mano por más de dos décadas. La crianza de sus hijos se la debe en gran parte al apoyo brindado por el Central.
“En los últimos 10 días, las ventas en el restaurante han bajado” aseguró Gil, comparando que a principio de año más de 80 platos de comida se preparaban diariamente, ayer solo logró vender dos tazas de café. Esta caída según dijo, se debe a la paralización de la empresa luego del anuncio que realizara el Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela.
Por su parte, Eduard Suárez es uno de los trabajadores de las 25 empresas terciarias que dependen del Central La Pastora. El hombre calificó la situación del Central como preocupante informando que por los 10 días de paralización se ha dejado de refinar y envasar 300 toneladas de azúcar, por lo que no duda que el desabastecimiento del producto en los anaqueles a nivel nacional sea aún mayor.
Suárez dijo que esperaban en las próximas horas se retome la refinería del crudo, a fin de poder cumplir con los compromisos que la empresa tiene con PDVAL y otras cadenas alimenticias del Gobierno nacional, así como empresas privadas.
Se pudo conocer a través de Joel Vásquez quien es trabajador de otra de las empresas terciarias que dependen del Central La Pastora, que el 60 por ciento de la producción de la empresa azucarera, va destina a la red PDVAL y otras empresas del Gobierno nacional, informando que el pasado miércoles al menos 3 gandolas de PDVAL se les despachó pedido, por lo que se estima que 900 kilos de azúcar fueron entregados para ser vendidos a precio justo, por lo que consideran que la empresa ha cumplido no solo con sus proveedores privados sino también con el Gobierno nacional.
Trabajadores
Los empleados que dependen directamente del Central La Pastora, siguen dentro de las instalaciones cumpliendo horario, aun cuando la empresa no está operativa, ellos continúan dentro de los espacios del lugar a espera de la decisión que tome el Gobierno nacional y esperanzados que la empresa con mayor solidez y trayectoria en el municipio Torres, retome su operatividad a fin de garantizar el producto a nivel nacional.