Una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de – 7,4 % pronostica para este año 2017 el Fondo Monetario Internacional; mientras que para el año 2018 el decrecimiento se reducirá a – 4,1 %, según el informe del FMI dado a conocer este martes a través de su portal web en español.
En efecto, el organismo financiero multilateral señala que “Venezuela sigue sumida en una profunda crisis económica; se prevé que el producto se contraerá 7,4 % en 2017 y más de 4,1 % en 2018, ya que la monetización de los déficits fiscales, las amplias distorsiones económicas y las graves restricciones a las importaciones de bienes intermedios alimentan una inflación en rápido aumento”.
Asimismo asegura que para América Latina y el Caribe se prevé una recuperación más débil de lo esperado, con un crecimiento de 1,1 % en 2017 y 2,0 % en 2018 (es decir, 0,5 y 0,2 puntos porcentuales menos que en la edición de octubre de 2016 del informe WEO). Dentro de la región, las perspectivas de crecimiento varían sustancialmente según el país. Si bien la actividad de la mayor parte de los exportadores de materias primas estaría respaldada por la recuperación de los precios de las materias primas, los fundamentos internos continuarían desempeñando un papel determinante en las perspectivas de algunos países grandes.
Aumentará la inflación
Se alerta que en vista del repunte de los precios de las materias primas, se prevé un amplio aumento de las tasas de inflación general tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo. En casi todas las economías avanzadas, las tasas de inflación serían más altas en 2017 que en 2016.
Para 2018, el FMI estimó para Venezuela una inflación de 2.068,5 %, de lejos la más alta entre el centenar de países que evalúa el organismo en su informe semestral sobre la economía.
En América Latina, está seguida de muy lejos por Argentina, que registrará 25,6 % de inflación este año, mientras que la mayoría de países la mantienen controlada a un dígito.
Entre las economías de bajo ingreso, las perspectivas económicas de los países exportadores de materias primas siguen siendo distintas de las de aquellos que presentan una mayor diversificación de sus bases de exportaciones.
El severo reajuste de los precios mundiales de las materias primas desde mediados de 2014 ha supuesto un importante revés para los países en desarrollo de bajo ingreso exportadores de materias primas, donde las políticas han tardado en adaptarse a la fuerte pérdida de ingresos. Tres años después de que los precios de las materias primas comenzaran a caer, los déficits fiscales siguen siendo amplios, las posiciones externas se han debilitado, la deuda va en aumento y la depreciación de las monedas ha provocado en algunos casos una subida de la inflación y la deuda externa.