El presidente Nicolás Maduro anunció el jueves su decisión de vender gasolina venezolana a precios internacionales y de manera legal en zonas de la frontera con Colombia como parte de sus esfuerzos para evitar el contrabando.
Con el propósito de quitarle todo el poder a “las mafias en la frontera”, a partir del lunes 2 de enero “vamos a empezar a vender gasolina en moneda internacional, incluyendo pesos colombianos”, dijo Maduro en una alocución transmitida a la nación en cadena de radio y televisión.
Las dos primeras estaciones de servicio de la petrolera estatal PDVSA, autorizadas bajo un decreto especial para comercializar el hidrocarburo en divisas, estarán ubicadas en el poblado venezolano de Ureña, cercano a la ciudad colombiana de Cúcuta, y en el poblado de Paraguachón, a unos ocho kilómetros al oriente de la población colombiana de Maicao, ambas al extremo occidente del país, resaltó sin dar otros detalles.
Con esta medida, las autoridades venezolanas esperan combatir el contrabando de combustible que genera pérdidas millonarias.
Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, que se vende aproximadamente a un centavo de dólar por litro, lo que ha favorecido la creación de un mercado negro del combustible. PDVSA ha calculado que con el contrabando se pierden cerca de 100.000 barriles diarios de gasolina.
A pesar de los fuertes sistemas de vigilancia que mantienen las autoridades de ambos países, Maduro recordó que el contrabando es un factor importante que contribuye a acrecentar el contrabando de combustibles y el desabastecimiento de varios rubros alimenticios básicos.
En ese sentido, el gobernante adelantó que evalúa otras medidas que aspira anunciar en enero en procura de alcanzar un intercambio comercial “sano” y que permita el desarrollo de nuevas actividades productivas que “sustituyan a las mafias en todos los sentidos”.
“Que nadie diga que no lo advertí. Venezuela va tomar medidas especiales y extraordinarias para lograr una zona fronteriza en paz, con una economía sana armónica”, finalizó.