Entre el calor y la brisa del llano, a 25 kilómetros de Guanare, vía a Barinas, se encuentra el Santuario Votivo Nacional Nuestra Señora de Coromoto, que alberga en su recinto la reliquia original de la imagen aparecida al indio Coromoto.
Al llegar al Templo Votivo se puede sorprender, porque Guanare es catalogada como la ciudad espiritual de Venezuela. La imponente obra diseñada por el arquitecto Erasmo Calvani, se alza sobre la que era la choza del indio y su esposa, donde apareció la Virgen por segunda vez, el 8 de septiembre de 1652.
El Santuario, inaugurado por el Papa Juan Pablo II, en su segunda visita al país en 1996, está dividido en tres partes. En el primer piso se encuentra el Altar Mayor, en forma de bohío, con un vitral elaborado por Guillermo Márquez en el cual se representa la historia de la Virgen, desde la aparición hasta el momento de la coronación. Detrás del Altar Mayor, el Trono de la Virgen, que refleja ante los ojos de los peregrinos la herencia de fe, que la Madre de Dios depositó sobre las manos del indio Coromoto, la reliquia: un pergamino con un vidrio grueso donde está la imagen.
Dos altares más completan la majestuosidad del lugar. Del lado izquierdo está el Altar Reserva del Santísimo Sacramento. En éste se tiene a Jesús en la hostia consagrada, como lo indica su nombre. Del lado derecho, el Altar San Juan Bautista, donde se hacen los bautismos y tiene una representación de la Aparición de la Virgen.
El lugar invita al silencio y al recogimiento; más de 400 metros en vitrales con vírgenes, santos y figuras cristianas, bañan de color al recinto. El techo tiene una forma elíptica, con dos significados: desde adentro representa la Mitra Papal, desde afuera un barco.
Sin embargo, este espacio que fue construido como un templo para el encuentro con la religiosidad venezolana y digno de la visita de turistas locales y extranjeros, hoy en día muestra su más triste estado.
Humedad, filtraciones y la falta de recursos para el delicado mantenimiento de las diferentes áreas que componen el santuario se han ido acumulando en el tiempo. La diócesis de Guanare se esfuerza por mantener el imponente templo, que en un principio contaba con 500 hectáreas de terreno y actualmente ha tenido que ser reducido a sólo 80 hectáreas.
El presbítero Denny José Terán, rector de la basílica, destacó que el santuario nacional desde hace cinco años ha mostrado diversas necesidades.
“Esta es una estructura muy grande y moderna, que necesita constantemente mantenimiento para evitar se deterioro. En la actualidad tenemos muchos problemas de humedad en la zona del sótano donde estaba ubicada la cripta, además las filtraciones son nuestra mayor complicación cuando llegan las lluvias”.
Clausuradas
En el sótano de este imponente templo se encuentra el Museo Coromoto, una humilde exposición de todos los objetos que las personas llevan consigo en acción de gracias a la Virgen por todos los milagros que les ha concedido, las promesas y demás encomiendas a la Coromoto.
Lastimosamente, toda el área del sótano presenta problemas eléctricos, y la mayor parte de las áreas se encuentra completamente clausurada para el público visitante.
Uno de los espacios más emblemáticos es la Sala Papal, donde permanecen todos los accesorios que usó el Papa Juan Pablo II en su última visita a Venezuela. Desde cepillo de dientes, protector solar, botellas de agua, así como también la vestimenta del Sumo Pontífice, la Mitra Papal, además del copón, cáliz y solideo que utilizó en una misa que la feligresía venezolana lleva en su corazón. Objetos de mucho valor sentimental y religioso que estaban expuestos a los visitantes y por falta de luz no pueden observarse.
“Tenemos problemas de electricidad internos, el cableado necesita reestructuración, las tuberías están deterioradas y es una inversión importante que desde la diócesis no tenemos la capacidad para cubrir”, comentó Terán.
Además de ello, el techo de la infraestructura fue parcialmente reparado, luego de la visita que realizara el presidente Hugo Chávez en el 2012 a la basílica, donde otorgó recursos para la diócesis y la Gobernación del estado Portuguesa, a fin de rehabilitar en conjunto el templo. Los únicos trabajos realizados fueron los encomendados a la organización religiosa, de las demás reparaciones, ninguna se completó.
“Con el dinero de la diócesis se pudieron colocar cámaras de seguridad en los alrededores del templo, se construyó un monumento a la Virgen de Coromoto a la entrada del parque, se repararon los ascensores con más de cuatro años sin funcionar y se instaló un sistema de ventilación y extracción de aire para refrescar el santuario. El otro aporte lo llevó la Gobernación de Guanare, que tenía el deber de reparar el techo y no se completó en su totalidad, ese es nuestro problema más grave”.
Actualmente, el santuario no recibe ningún tipo de aporte gubernamental, se mantienen de la caridad de los visitantes del templo y peregrinaciones que cada semana acuden para reencontrarse con la Patrona de Venezuela.
“Tenemos muchas dificultades pero poco a poco con la colaboración de las personas nos ayudamos a ir levantando. Contamos solo con 10 trabajadores para la limpieza y mensualmente tenemos que pagar 25 mil bolívares para estas labores”.