El Zar Nicolás II no deseaba la guerra y Japón ataca por sorpresa. Era la primera vez que se empleaban las armas automáticas a gran escala, siendo uno de los mayores conflictos armados que el mundo presenciaba. Mientras tanto, en la ciudad de Carora, a la alborada y bajo la mirada de Don Federico Carmona, nace el Diario EL IMPULSO. «Un sueño hecho realidad».

En Italia, Giacomo Pucinni, sucesor de Giuseppe Verdi estrenaba bajo abucheos lo que es hoy una de las operas más apreciadas en el mundo Madame Buterfly.

Don Federico Carmona, despertó el primero de enero de 1904 con un mensaje muy claro en su mente. Quizás como el trasmitido por los japoneses a su flota con banderas antes de su ataque a Port Arthur «LA VICTORIA O LA DERROTA DEPENDEN DE ESTA BATALLA. HACED TODO LO POSIBLE.»

Así don Federico da inicio a su proyecto, un diario que llevaba en su sangre el vínculo con la comunidad y las personas. Quería incorporar a la ciudad de Carora con el resto del mundo. Inundados de ideas de progreso y modernidad, tres personas se dedican a establecer un medio impreso. Su principal objetivo era formar a la comunidad y nutrirla de los conocimientos que la haría participar en los eventos que ocurrían en la capital del país y el resto del mundo. Don Federico Carmona, creador de la idea; Pedro Francisco Carmona, abogado y poeta desempeñándose como redactor y administrador, doña Francisca Carmona, esposa del fundador, quienes le dieron tal «impulso» al diario, que hoy su tradición centenaria lo ha convertido en una de las empresas de comunicaciones más importantes, destacada, seria y objetiva del país.

En 1919 deciden trasladar el diario a la ciudad de Barquisimeto y en un ir y venir, buscando suelo firme y hospitalario. Estos incansables luchadores, construyen un edificio de dos plantas para ubicar las oficinas y talleres del diario. Establecer el edificio, permitió evidenciar el crecimiento y prosperidad del periódico en aquellos años.

Pero como nada detenía los andares de los visionarios, don Federico Carmona sintió la necesidad de extender sus pasos hacia la capital del país y pese a lo arriesgado y difícil que parecía para ese entonces, se lleva a cabo el proyecto, no quedando allí, don Federico llevaba en su mente hacer doble edición una para Barquisimeto y otra simultanea que se llamaría «Edición Caracas».

Con tan lamentable hecho que en septiembre de 1928 muere don Federico y queda en manos de su hijo el Doctor Juan Carmona, hacer realidad el sueño de su padre, así en 1929 sale a las calles de Caracas el primer ejemplar que llevaba la noticia del terremoto de Cumaná con una suscripción pública a beneficio de los damnificados. En su tradición escrita, cada página del diario da fiel muestra del diarismo y periodismo interpretativo, que a su vez han permitido el desarrollo de nuevos estilos en lo deportivo, cultural, económico e internacional.

Con una amplia cobertura informativa nacional e internacional, hasta llegar a su nueva gran sede ubicada en el este de la ciudad y con un diseño arquitectónico estructurado para que los equipos y el personal estén acorde a los sistemas de avanzada. Con el firme propósito de responder las exigencias de la sociedad barquisimetana y Centrooccidental, que hoy evoluciona a un ritmo indetenible.

El General Federico Carmona Oliveros, presidente del estado Lara en 1888 y Doña Filomena Álvarez Franco de Carmona nunca imaginaron que su hijo Federico, nacido el 10 de octubre de 1867, se convertiría en el fundador del Decano de la Prensa Centrooccidental.

Don Federico, catalogado por Don Chío Zubillaga como periodista visionario, supo establecer el valor impactante del hecho noticioso; Al fijar en Carora de 1904, la diferencia entre acontecimiento y noticia, cuando publica su primera edición del Diario EL IMPULSO.

Llevaba sangre de prócer, digna, laboriosa y leal a los compromisos y la amistad. Practicaba la verdad y el concepto enaltecedor del honor; ceñía sus actos a rectos principios de moral y de civismo; que más tarde serán base para la formación y educación de sus hijos, fruto de su amor y unión con Doña Francisca Figueroa.

Su comportamiento siempre estuvo guiado por el respeto permanente y la leal observancia de los principios rectores de la ética periodística, y por el recio carácter del hombre que sigue sólo las causas edificantes de lo justo y de la verdad.

Perseverante y de voluntad emprendedora, pudo llevar a cabo su sueño, editar un periódico, que al pasar los años se convertiría en modelo para las empresas periodísticas; por su seriedad, su desenvolvimiento económico y sus planes progresistas.

Alguna vez le dijeron: «fue un Quijote de Carora; de allí la razón de su obra..de allí el haber seguido viviendo después de muerto». Porque a pesar de su muerte en los talleres, el 17 de septiembre de 1928, EL IMPULSO diariamente sigue reflejando sus pensamientos, sus ideales y principios.

Primogénito del fundador y heredero leal, estaba destinado desde su nacimiento, un veintisiete de marzo de 1890, a recoger en sus manos; la mejor tradición periodística que puede presentar la cultura Larense.

Su incansable espíritu luchador lo llevó a cumplir el papel de administrador cuando apenas contaba con 14 años, labor que desempeñó con reconocida eficiencia y responsabilidad. No conforme con esto, se dedicó a conocer la técnica tipográfica, adquiriendo conocimientos mecánicos suficientes para llegar a ser por autoformación el mejor mecánico de su taller.

Fue periodista con ideales y valores morales sólidos, su concepto de la profesión estaba basado en la dignidad, ética y responsabilidad social; deberes inexcusables a la hora de ejercer tan loable labor, que más tarde lo llevaron a ejercer junto a su padre, la dirección de esta casa editora, función que desempeñó desde 1921 hasta 1929.

Don Jesús María Carmona muere un primero de febrero de 1968, cuando el diario EL IMPULSO, cumplía su aniversario número 64.