Venezuela se encuentra en hiperinflación, al menos desde el mes de octubre de este año, de acuerdo con los datos presentados por la economista Karelys Abarca, investigadora del Observatorio de Gasto Público (OGP) del Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), para quien es “innegable” el carácter hiperinflacionario del proceso que se vive en Venezuela.
En efecto, el primero de los criterios tomados en cuenta por Abarca es la existencia de una tasa promedio mensual de inflación es mayor de 50%, o una inflación anual superior a 1.300%. Este criterio (manejado por expertos como Michael Salemi o Phillip Cagan) se cumplió en octubre de este año, por lo que a partir de esa fecha podría considerarse que la economía venezolana es hiperinflacionaria, según asevera la especialista.
No obstante, otras formas de calcularla generalmente aceptadas permitirían concluir que Venezuela entró en hiperinflación desde 2015. Tal es el caso del Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (CNIC), según las cuales un país está en hiperinflación si su inflación anual supera el 100% durante tres años consecutivos, algo que se cumplió en Venezuela en dicha fecha, asegura Abarca.
Destaca que la hiperinflación es un fenómeno más propio del siglo XX y que no solía darse en países petroleros, por lo que el caso venezolano sería una excepción.
-A lo largo del primer semestre del año, la inflación se mantuvo entre aproximadamente 15% y 20% mensuales. Pero en agosto, de acuerdo con las estimaciones de Econométrica, se batió un nuevo récord al alcanzar 31,9%. En septiembre ocurrió lo mismo, con 33,7% de inflación mensual-, explica la investigadora del OGP.
Por otra parte, señala que es previsible que tales condiciones económicas empeoren, como consecuencia de decisiones adoptadas por el Ejecutivo.
-Lo más probable es que el aumento salarial decretado recientemente por el presidente Nicolás Maduro agrave las condiciones de hiperinflación, no solo por aumentar los costos operativos de las empresas, sino también por forzar al Banco Central de Venezuela a emitir más dinero para financiar el alza de sueldos-, sostiene Abarca, tras aclarar que la situación es particularmente preocupante ante el incremento exacerbado del gasto público en los últimos meses.