El presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, advirtió este martes que la oposición -que explora un diálogo con el gobierno- no repetirá “el fiasco del año pasado”, cuando fracasó una tentativa de negociación.
“No se dará un paso que el país no conozca, no vamos a repetir el fiasco del año pasado”, dijo a periodistas el jefe del Legislativo, de mayoría opositora.
La oposición y el gobierno de Nicolás Maduro iniciaron contactos en República Dominicana el miércoles último, a instancias del presidente de ese país Danilo Medina, para intentar fijar la agenda de una negociación.
Borges aclaró que el diálogo “no ha comenzado” formalmente y no lo hará hasta que se establezcan “condiciones de igualdad y de respeto”.
”La comunidad internacional está presionando para que la salida a la crisis venezolana sea con una negociación seria y que no se repita lo del año pasado”, acotó.
El diálogo celebrado a fines de 2016, con el auspicio del Vaticano y un grupo de expresidentes, fracasó en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de lo pactado.
El diputado reiteró las condiciones de la oposición para negociar: elecciones presidenciales a fines de 2018, como ordena la ley, liberación de “presos políticos” y levantamiento de sanciones a opositores que les impiden postular a cargos de elección.
También, aceptar la donación de alimentos y medicinas -en grave escasez- y respetar al Parlamento, varias de cuyas competencias fueron asumidas por la Asamblea Constituyente chavista.
Borges agradeció a la comunidad internacional por su respaldo a Venezuela, especialmente durante la Asamblea General de Naciones Unidas que comenzó este martes.
El país petrolero atraviesa una aguda crisis política y económica, caracterizada también por una inflación que podría llegar a 720 % este año, según el FMI.
“Venezuela es uno, quizá el protagonista más importante de la ONU, y todos los presidentes están preocupados para que haya una solución inmediata, democrática, en paz (…). Queremos que los venezolanos con el voto resuelvan sus problemas”, indicó.
Según Borges, la presión internacional y las sanciones contra el gobierno venezolano no resolverán el problema, pero permitirán ”que se abra el juego democrático”.
