Desde hace dos semanas, los trabajadores del Mercado Terepaima, permanecen la mayor parte de la jornada laboral de brazos cruzados. Ningún establecimiento cuenta con el suficiente inventario para atender la demanda, las estanterías de aliños y verduras lucen vacías, igualmente los mostradores de las carnicerías y a las charcuterías nadie se acerca.
El señor Carlos Gil, con un puesto de aliños dentro del Terepaima, comentó que “en diciembre los clientes caminaban entre las rumas de mercancía”, de eso sólo queda el recuerdo.
La imposibilidad de pagar las facturas que cada día muestran sumas más altas, hacen que la oferta de productos sea cada día más escasa.
De los insumos para elaborar las tradicionales hallacas, sólo hay hojas e hilo pabilo. Ayer un señor buscaba desesperadamente aceitunas y le dijeron “no pierda su tiempo, aquí ningún puesto tiene”. En donde comúnmente se encontraban, este año no pudieron adquirirlas porque el kilo oscila entre 600 y 800 mil bolívares.
Lo mismo sucede con las pasas y las alcaparras, solamente un establecimiento en todo el mercado tenía alcaparra y las ofrecía en 40 mil bolívares el cuarto kilo.
Los frigoríficos sobreviven con las ventas de cochino, que ayer oscilaba entre 160 y 270 mil bolívares dependiendo del corte.
La gallina también ha tenido bastante salida estos días, aunque su precio es de 55 mil bolívares por kilo, por lo que una gallina mediana puede costar en promedio 180 mil bolívares.
La carne y el pollo están ausentes desde que se acordaron los nuevos precios hace un mes. Los carniceros dijeron que no se atreven a comprar para vender con precios por encima de los establecidos porque en cualquier momento puede llegar la Sundde y obligarlos a vender a pérdida, como en las últimas ocasiones ha pasado.
La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos inspeccionó los mercados municipales como parte del Plan Integral de Fiscalización instruido por el presidente de la República, Nicolás Maduro y según los comerciantes “voltearon el Mercado Terepaima”.
-No vamos a decir que quebramos porque es una palabra muy fea, pero nos dejaron sin nada qué vender y sin la posibilidad de volver a comprar mercancía. No podemos trabajar así y todavía vienen algunos clientes y nos echan la culpa a nosotros, expresó un comerciante.
Los testigos aseguran que los fiscales ordenaron vender todos los rubros de acuerdo a los precios acordados, sin tomar en cuenta las facturas.
“Aquí vinieron y nos ordenaron vender los huevos a 45 mil, pasaron por encima de las facturas de El Tunal” comentó Boris Mendoza, trabajador de una charcutería. Se queja porque la Sundde no permite vender a libre precio en el Terepaima pero pasa desapercibidos los precios en los grandes supermercados.
Lo que vale resaltar es que productos como aceite, margarina, harina de maíz, azúcar y demás víveres que libremente los comerciantes exhibían a precios especulativos, esta semana ya no se consiguen o al menos no están a simple vista.
Al parecer los comerciantes están prevenidos ante posibles nuevas fiscalizaciones, que están haciéndose en todo el territorio nacional.
