Nuevamente los trabajadores de Lácteos Los Andes, empresa procesadora de alimentos líquidos adquirida por el Gobierno nacional hace algunos años, salieron a la calle a denunciar las irregularidades que, supuestamente, están ocurriendo en la misma.
A primera hora de la mañana, como había ocurrido la tarde del día anterior, cerraron la avenida intercomunbal, frente a la empresa, pero luego se dirigieron a la carrera 19, ubicándose frente a la sede de la gobernación, exigiendo la intervención de la mandataria regional, Carmen Meléndez para recuperar su fuente de empleo.
“La producción en la planta Cabudare está paralizada, pero no por acciones del personal sino por falta de insumos para producir las diferentes marcas que se estaban distribuyendo en el mercado”, dijo Carlos Mora, secretario general del sindicato que les agrupa.
Ángel Manuel Medina, también directivo, informó que, igual que en Lara, este jueves se estaban realizando manifestaciones en las otras plantas de Lácteos Los Andes en el país, que agrupan a 6.123 trabajadores, 1.850 en la de Lara. Mientras los directivos declaraban, el grupo voceaba consignas como, “Nos quieren liquidar. Queremos producir y que nos paguen”.
También informaron que de las 45 mil toneladas de alimentos que se venían produciendo apenas están llegando a 5 mil.
Denunciaron una serie de irregularidades que les perjudican, entre ellas el vencimiento del contrato colectivo hace 20 meses, deducciones ilegales y malos tratos por parte de los patronos.
Insistieron en que la empresa ha perdido su capacidad de producción gracias a una mala administración, sospechando la existencia de intereses para cerrarla.
Uno de los trabajadores presentes, por su parte, dijo que cuando Lácteos Los Andes pasó de manos privadas al Estado pensaron mejorarían las condiciones laborales, pero ocurrió lo contrario.
“Nosotros queremos trabajar porque estamos con la revolución y el país necesita de los productos que allí se elaboran, pero sus administradores, en vez de gestionar las materias primas para las diferentes marcas se han dedicado a atacar al personal que no se rinde, no se doblega a sus intereses”, señaló Mora.
Durante parte de la mañana esperaron inútilmente frente a la gobernación hablar con la almirante Carmen Meléndez.
Desde su despacho, o de la Secretaría de Gobierno, bajaron dos emisarias que invitaron a una comisión de los manifestantes a subir, pero estos insistieron en que sólo hablarían con algún funcionario en la avenida.
Allí se mantuvieron durante buena parte de la mañana, la mayoría pacíficamente, aunque hubo conatos de violencia que fueron controlados por uniformados de la Policía de Lara.
No descartan la realización de otras protestas si no son atendidos sus planteamientos para rescatar la empresa.
