“Los vamos a matar, los vamos a quemar”, es una de las frases que usan los denominados colectivos para amedrentar a los habitantes de la urbanización La Sucre, según denunciaron los vecinos del urbanismo que se ha convertido en lugar de constantes protestas y represión.
El martes se sufrió de una nueva arremetida de parte de un grupo de personas armadas quienes ingresaron al reconocido edificio, específicamente al bloque 27, generando cuantiosos destrozos.
Rejas, puertas, ventanas y lo más importante, la dignidad de los habitantes, fueron vulneradas durante el ataque en el que incluso intentaron incendiar el cuarto de basura, denunció Osniel Orozco, habitante de La Sucre.
“Subieron hasta el tercer piso y de ahí lanzaron una molotov por el bajante de la basura, afortunadamente estaba mojado y no se extendió”, expuso.
La arremetida se mantuvo desde las 4:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche. Esto se produjo aparentemente por la protesta que estaban realizando los vecinos del sector.
Los afectados aseguraron que ese día no se tuvo participación de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) sino que solo actuaron los llamados “colectivos”.
Orozco dijo además que el bloque en el que se tuvo el ataque habitan mayormente personas de la tercera edad, entre ellos una señora mayor quien vive con su madre de 91 años y que ante las situaciones vividas deben encerrarse en una habitación para protegerse.
Los impactos de balas se evidencias en algunas rejas del urbanismo, pero también en las ventanas de algunos apartamentos quienes se ven vulnerados no solo por los disparos, sino también por las bombas lacrimógenas que la GNB lanza para reprimir al interior del edificio.
Los afectados responsabilizaron a Luis Reyes Reyes, quien a su consideración “es quien le paga” a los grupos armados para que ataquen a los ciudadanos del urbanismo.
Denunciaron además que desde hace semanas el alumbrado público fue suspendido en la zona, aparentemente para permitir que la arremetida no sea vista. Esto además ha generado constantes ataques a los vecinos del sector quienes deben caminar por las calles para llegar a sus hogares.
“El martes hirieron a dos personas de bala. Uno que iba a El Trompillo y otro que estaba llegando de trabajar”, dijo Orozco.
La Sucre no tiene protección alguna de parte de cuerpos de seguridad, sin embargo, funcionarios de la GNB se mantienen atentos a los movimientos que se producen en el urbanismo mirando desde los techos del CVAL.
“Incluso ayer (miércoles) cuando estábamos arreglando la reja que se llevaron comenzaron a lanzarnos morteros”, expresó el habitante. La presencia de personas “observadoras” desde el ente gubernamental se mantuvo incluso durante la denunciada realizada a EL IMPULSO.