Habitantes de la urbanización Antonio José de Sucre salieron a la calle por segunda vez en un mes, para reiterar la terrible molestia que les genera no ser beneficiados con el servicio de gas como se hacía anteriormente.
“Antes llegaba los lunes, miércoles y viernes; luego fueron solo dos días y ahora disminuyó a nada”, aseveró Carmen González, vocera de la comunidad.
Con sus bombonas decidieron cerrar la Av. Libertador a la altura de la calle 33, para exigir la llegada de un camión que los dotara tanto de Servigas como de Aragas, pues aseguraron que cuando les envían solo cubren la necesidad de 20 personas, dejando a más de 200 usuarios sin el servicio, destacó González.
La protesta, que inició desde media mañana, contó con la presencia de funcionarios de distintos organismos de seguridad, pero estos aparentemente no dieron una solución a los protestantes quienes permanecieron firmes en el lugar en espera de ser surtidos.
“Todos nos dicen lo mismo, que esta no es la manera y es algo que nosotros sabemos pero es que lamentablemente si no es así entonces no nos escuchan”, indicó la vocera.
Al tratarse de una zona residencial y que muchos de estos habiten en los edificios, ni siquiera cocinar con leña llega a ser una solución por lo que quienes pueden han optado por pequeñas cocinas eléctricas y además, hacerle el favor a sus vecinos de cocinar algo para evitar un mayor gasto de dinero.
“Aquí estamos a pan y agua porque no podemos comprar otra cosa”, aseguraron los afectados quienes informaron tener un mes con la deficiencia y ver con preocupación que la misma se intensifique en las distintas zonas de la ciudad.
Como irónico catalogaron el hecho de que en un país como Venezuela ahora se tenga también este déficit y que además, ninguna autoridad se avoque a informar cuál es la situación que está generando semejante desabastecimiento.
Pasada la hora de almuerzo, los ciudadanos permanecieron en la espera de un camión que les resolviera el problema por al menos dos semanas, tiempo máximo que dura la bombona de gas de 5 kilogramos.
Cada día que pasa la problemática parece descontrolarse y ser más las comunidades que sufren por no ser surtidas, generando que se produzcan oleadas de protestas como se han producido en las últimas semanas y no ser atendidas por ningún vocero oficial.
