Cuando llega el mes de noviembre todo lo relacionado con la celebración navideña se comienza a sentir en las calles y en cada hogar venezolano. Es una época en donde las familias aprovechan para invertir sus aguinaldos en la compra de alimentos para las fiestas, desde los ingredientes para hacer las hallacas, hasta el pan de jamón o el Panettone; sin olvidar los estrenos de vestuarios o una nueva pintura para el hogar.
Por esa razón, desde el primer domingo de noviembre los comerciantes abren sus santamarías para ofrecer variedad de productos a todos aquellos clientes que por limitaciones de tiempo no pueden visitar los locales en días de semana.
Periodistas de EL IMPULSO realizaron un recorrido por tiendas ubicadas tanto al este como en el centro de la ciudad para visualizar la cantidad de locales que retomaron la rutina de ventas navideñas y también para observar la afluencia de compradores.
Aproximadamente un 40 % de locales comerciales abrieron sus puertas al público este domingo.
Las tiendas con mayor afluencia de personas eran las ventas de comida, seguidas por las zapaterías, ventas de ropa íntimas y por último locales de ropa, bisutería y adornos para el hogar.
Daniel García, gerente de una tienda de ropa ubicada al este de la ciudad, comentó que era el primer domingo del año en el cual laboraban, pero lamentablemente, en toda la mañana no habían recibido ni siquiera al primer comprador; sin embargo García se mantenía con una actitud positiva con respecto al tema.
“No todos han cobrado utilidades. Esperamos que para después del 15 de noviembre incrementen las ventas en general”, expresó.
Angelí Sánchez, encargada de un zapatería ubicada en el centro de la ciudad, notificó que desde hace dos años las ventas habían disminuido pero se mantenían en comparación con el año 2015.
Una compradora que se encontraba en el lugar, explicó que era necesario ocuparse de las prioridades. “Antes con el aguinaldo uno se podía dar el lujo de comprar los estrenos de todos en la casa y aún quedaba para comer y comprar los regalos. Hoy día lo que hicimos fue priorizar y cada miembro de la familia adquirirá el producto que mayormente necesite, en el caso de mi hija menor son unos zapatos, la mayor necesita unos pantalones, mi esposo un par de medias y yo… no entro en esa lista”, expresó Ana García.
Carmen Cruz se encontraba junto a su hija averiguando presupuesto de pesebres en la Plaza San José, la clienta sostuvo que este año o colocaba el arbolito o el pesebre, pero no ambos.
“Ni me hablen de comprar ropa. Para este año la inflación nos ahogo, ni siquiera quiero pisar las tiendas del centro porque saldré infartada al ver los precios y no se consigue tampoco la medicina para bajar la tensión”.
Recuperar inversión
En la plaza San José los vendedores ambulantes ofrecen mercancía navideña como pesebres, guirnaldas y luces navideñas. Ya el puesto tiene una semana funcionando pero aún no han vendido gran cantidad de piezas.
Miriam Pernalete tiene más de 35 vendiendo en la zona, ella es artesana y todo el año se dedica a fabricar sus piezas. El mes de noviembre y diciembre es de suma importancia vender para recuperar la inversión y obtener ganancias.
“Por los momentos la gente solo anda viendo precios, yo anhelo que vuelvan; las esperanzas son las únicas que se pierden y nos irá muy bien este año”, manifestó.