Productores del sector Manzanita denunciaron en visita a EL IMPULSO que semanalmente son víctimas de la delincuencia que azota la zona.
Nilixa Dpool, abogada de la Asociación de Productores de Manzanita (Asoproman), expuso que los trabajadores del campo son objeto de múltiples delitos: hurto, robo de ganado, secuestro, extorsiones, entre otros.
“A uno de nuestros productores le robaron recientemente tres marranos, le decapitaron otra res y le envenenaron una cantidad importante de cerdos con urea. Estos delincuentes están lacerando el patrimonio de los productores y la producción agroalimentaria”.
Indicó que Asoproman observa con preocupación la cantidad de delitos que se cometen en contra de las diversas fincas del sector.
Dpool indicó que la inseguridad se ha acentuado los últimos meses.
“Manejamos algunos apodos; so varias las bandas que operan en el sector. Sabemos de los apodos “El Guajiro”, “El Pelusa” y “El Chino”. hay personas que incluso han sido procesadas”.
La abogada explicó que si bien tienen el apoyo de la Guardia Nacional, los funcionarios son insuficientes ante la ola de delitos y el número de productores.
“Incluso, un obrero le acaba de notificar al productor que le acaban de robar la bomba de agua. Esto es permanente. Hay varias denuncias en curso. Les roban el ganado, los becerros para matarlos y vender la carne de manera clandestina. Solicitamos apoyo gubernamental”.
Manuel Henrique Montenegro, presidente de Asoproman, destacó que los trabajadores ya no quieren permanecer en las fincas porque tienen miedo.
“La banda de delincuentes ha crecido y ahora nos está afectando mucho. No tenemos cómo trabajar y cómo producir. Hacemos un exhorto a las autoridades para que nos ayuden. Necesitamos vehículos, más funcionarios y operativos de seguridad diariamente”.
Montenegro aclaró que Manzanita está ubicada en la parroquia Burma del municipio Simón Planas, donde se produce leche, carne y hortalizas.
Por su parte, el señor Juan carlos Perdomo, medico veterinario y productor de leche, quien tiene 35 años en el oficio, agregó que esta situación está diezmando el rebaño nacional. Indicó que le mataron diez vacas raza carora con el objeto de vender la carne de manera clandestina.
“En este momento, cuando el país requiere alimentos, bandas de criminales están acabando con la producción, con la genética de animales puros. La delincuencia está menguando todas las posibilidades de los productores, que actúa a diestra y siniestra y ante la indiferencia de las autoridades”.
Apuntó que los criminales se apropian del ganado y lo sacrifican para comercializarlo sin permisos sanitarios. “Nos tienen en una permanente zozobra, por lo cual exigimos seguridad ya”.