El secretario general de Visión Venezuela, Omar Ávila, advirtió este domingo sobre el incremento cada vez mayor de la inseguridad en el país.
“Es increíble que un momento de rutina en nuestro país, se pueda convertir en una pesadilla debido al grave flagelo de la inseguridad. Es bien conocido por todos que secuestros de varios tipos operan en Venezuela, como el ocurrido recientemente en el Banco de Venezuela en Bello Monte. Igualmente, los robos se han convertido en el pan nuestro de cada día; los antisociales arrancan desde un teléfono a plena luz del día ante centenas de miradas, hasta el robo de 7 kilos de oro en una joyería en un renombrado centro comercial, donde los delincuentes -con granadas en manos- amenazaban a quien se interpusieran a su paso para poder escapar con el botín”, expresó.
Agregó que una vez más queda demostrado que los malandros están mejor armados que funcionarios policiales. “¿De dónde sacan las granadas si se supone que son armas de guerra? Esas no las venden en los quioscos, ni mucho menos se han visto a los delincuentes haciendo colas para adquirirlas, pero lo cierto, es que últimamente se han producido incidentes donde este tipo de artefacto está presente, especialmente usados para atacar a policías”, indicó.
Además, lamentó el reciente asesinato en el estado Cojedes de la cantante Elisa Guerrero.
“Y así como ella que era un talento nacional, caen a diario decenas de venezolanos a manos del hampa. Más allá de este tipo de delito como los secuestros y homicidios, también existe el narcotráfico, tal como hemos visto –por cierto en Cojedes- como han caído aviones cargados de drogas sin que se conozca a los responsables. Lo cierto es que cada día aumenta la inseguridad en el país ante la mirada complaciente de un gobierno que se encuentra impávido ante este problema, y es porque ellos andan con escoltas armados y en carros blindados; me gustaría ver a Maduro o la primera combatiente en Metro, caminando por las calles, del Centro, cerca de Miraflores, o simplemente abordando un transporte público donde los choferes y usuarios son víctimas fijas de los roba-busetas, como ocurrió con el pasajero en Magdaleno, que mataron a sangre fría, o la misma suerte que corrió el taxista en Petare, o con el concejal oficialista en Caucagua”, sostuvo el dirigente opositor.
Ávila señaló que también los policías y escoltas se han convertido en los preferidos de estos malhechores, para robarles el arma y seguir equipándose cada vez más. “En fin, el hampa no respeta investidura, ni clase social, ni mucho menos raza, ni color político”, acotó.
