Para recordar: “Entonces Jesús le dijo: “Ni yo te condeno. Vete, y desde ahora no peques más” (Juan 8:11).
Años atrás, a la primera persona que escuchamos decir nuestro título, fue a un tío, quien en vida se llamó Carlos Garrido Tovar y señalaba: “La Iglesia no es una galería de Santos, sino un hospital de pecadores”. Hoy, esa frase en Internet, la mencionan otras personas.
Mientras escribía este artículo, adquirí un virus (sin lugar a dudas el enemigo del Señor está detrás de cada enfermedad) y me he mantenido con fiebre bastante alta, 38º, 39º y un poco más. Afectando todo mi cuerpo. Estuvimos a punto de ir a una clínica o un hospital, pero gracias a Dios, a los cuidados de mi esposa, y las oraciones de nuestra familia y la Iglesia, estoy terminando de escribir este artículo en casa.
Ir a un hospital, o a una clínica, es por necesidad. Valga la cuña. Los educadores Nacionales: Activos y jubilados, la pensamos dos veces para ir a una clínica, por la gran deuda que tiene el gobierno Nacional con estos prestadores de servicio, la poca cobertura y nuestro seguro no lo acepta, prácticamente, nadie.
Al Hijo de Dios, lo rodearon enfermos, pecadores de todo tipo y dijo: “…Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mar. 2:17).
En otro orden, entre las frases más repetidas del Papa Francisco, durante su visita en Suramérica están: “La familia es base de la sociedad”… “Sin excluir ni rechazar a nadie”.
Mientras ocurría la visita Papal, en el mes de Julio de los corrientes, primero en Barquisimeto, y luego en Caracas, los homosexuales hicieron sendas manifestaciones por sentirse excluidos y rechazados por la sociedad.
En Octubre 2014, en el Sínodo del Vaticano, los Clérigos representando a miles de católicos, a nivel mundial, defendieron el punto de la familia y para julio 2015, en las conclusiones, dejaron claro que: “un matrimonio es válido sólo cuando se realiza entre un hombre y una mujer”.
Cubriendo dicho Sínodo, Willey, David (2014), de la BBC, señaló: “El pontífice convenció a muchos líderes de la Iglesia católica a moderar su duro discurso frente a las uniones homosexuales y admitir que los gays tienen dones y atributos que ofrecer” y pocos días después, el Papa, dijo desde un avión ¿Quién soy yo para juzgarlos?
Ahí está el dilema. Lo dijo porque es humano, pero, el Papa es una figura muy pública y representativa.
Solo Jesús, sí lo podía decir: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. Y al que viene a mí, nunca lo echo fuera” (Juan 6:37).
Ninguno, siendo un pecador activo, público o privado (mentirosos, borracho, homosexual) jamás podrá decir que es cristianos o de Cristo ¡Eso se contradice!
Por ello el texto inicial: “Jesús le dijo a la “prostituta” ¿Dónde están lo que te acusan? “…Ni yo te condeno. Vete, y desde ahora no peques más”.
La iglesia no busca santos, procurar santidad en sus miembros, que estudien su Palabra, oren y busque a Cristo; tampoco es un club para: Ladrones, criminales, homosexuales, corruptos y, con mucho respeto, recomendamos al Papa Francisco, cuando diga: ¿Quién soy yo para juzgarlos? Debería agregar: “desde ahora les digo… no pequen más”.
No somos nadie para impedir que alguien llegue o traspase la puerta del Hospital de pecadores, pero todos, al bautizarnos, le estamos diciendo a Cristo que limpie nuestros pecados, y el tratamiento es: No pecar más.
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