Para recordar: “Saludad a todos los hermanos con ósculo (beso) santo” (1ª Tesalonicenses 5:26).
En el mes de marzo de este año, a una diseñadora de ropa, quien aparentemente no tenía dinero para realizar desfiles en una pasarela, se le ocurrió promocionar sus prendas invitando a unos extraños a darse un beso. Lo llamaron: “First Kiss”. Se buscó 10 parejas y dicen que no se conocían, pero de lo sí estamos seguros es que compartieron, en pocos minutos, unas 160 millones de bacterias (80 millones por persona, según www.lavanguardia.com/ciencia/20141117…html).
En el libro “La Temperancia”, E. White, señala que los padres que fuman cigarrillo no deben intoxicar a sus hijos dándoles besos en la mejilla, en la frente y menos en la boca, para que “esos labios puros sean contaminados” (p.53).
La Biblia hace referencia a varios tipos de besos, entre otros: En la época de Job la gente besaba a los ídolos, y al ser un astro, lanzaban el beso al aire con la mano (Job 31:27); el beso de traición, como el de Judas hacia Jesús (Lucas 22:28); nuestro texto inicial habla de “un beso santo”, sin perversión, ni malicia y aunque fuera un beso en la mejilla, el mismo escritor nos invita, a alejarnos de la “apariencia del mal” (1ª Tesalonicenses 5:22).
Por lo anterior, nunca concebiríamos a un ministro o un sacerdote, dirigiéndose a un par de gays, y decirles: “Ahora puede besar a la novia”; o, “los declaro marido y mujer”, ya que la Biblia (Dios) no lo aceptaría tampoco (ver Romanos 1:27; Levíticos 18:23; 20:13).
Nuestra civilización occidental, es como más libre, comparada con otras culturas, como las del oriente, o medio oriente, donde todavía algunas personas se casan sin conocerse.
En nuestra cultura, se nos vende la idea, según novelas, películas e instrucciones mal orientadas, que los novios deben darse besos bien apasionados antes de casarse. Tal vez por ello, no todos llegan con la frente en alto ante el altar y levantarse el velo con orgullo, porque muchos, después de esos besos pudieran caer en el sexo, llamado pre matrimonial.
Hoy en día, para esta fecha decembrina, según http://www.eluniversalqueretaro.mx/ (México) aumenta el número de matrimonios en un 25%. En nuestro país también se incrementa y a pesar de tal conducta estereotipada, catalogada como “buena”, el Dr. Eduardo Hernández, pediatra y terapeuta de la conducta infantil en Caracas, señala que tristemente: “de cada dos matrimonio uno termina en divorcio (www.gentedehoy.com.).
Los besos y caricias, se hacen cada vez más común entre los menores de edad; lo vemos en la calle, en los liceos o colegios, tal cual adultos (por la causa que sea) y prácticamente están adquiriendo o compartiendo enfermedades, conociendo del sexo, siendo inmaduros e irresponsables en el asunto. Como consecuencia, las estadísticas no engañan y en nuestro país, según lasaludylamedicina.blogspot.com, “para el año 2013, aumentó en un 23% el embarazo en menores de 15 años”.
Por todo lo anterior, relativos a los besos pre matrimoniales, la frase que dicen los sacerdotes, los pastores y similares, cuando están casando a una pareja: “Ahora puede besar a la novia”, sugerimos cambiarla por: “Ahora puede darle el primer beso de casado”; y si no es mucho pedir, los niños deberían nacer después de los nueve meses de haber celebrado el matrimonio ¿no les parece?
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