La Iglesia católica de Venezuela considera que es urgente resolver la crisis socioeconómica que existe en el país, a través de un verdadero diálogo , tal y como lo reclama el pueblo. “No quiere un diálogo que sea solo un mecanismo para apaciguar la protesta, sino verdadero, con una agenda visible que conduzca a resultados tangibles”, dijo el presidente del ente religioso, Monseñor Diego Padrón.
Durante la instalación de la segunda asamblea ordinaria de la conferencia el prelado aseguró que Venezuela reclama un cambio urgente en todos los órdenes. Aprovechó también para señalar el deterioro en que se encuentra la sociedad en general.
“Dejando lo económico y político a los especialistas; en lo social y ético da tristeza ver el progresivo deterioro de las instituciones y de la convivencia entre los ciudadanos, se ha perdido la confianza mutua y la nota más sobresaliente es la división interna de los sectores mayoritarios y el país se ha convertido en un rompecabezas difícil de armar”, lamentó.
Padrón también se refirió a la mesa de diálogo entre el Gobierno y la oposición que terminó en fractura. Dijo que se esperaba encontrar caminos comunes para la superación de la conflictividad y la ingobernabilidad; sin embargo, a su juicio ocurrió lo que muchos esperaban, “el diálogo no fue más que una simple contingencia sin proyección ni consecuencias, se congeló sin resultados”.
Los obispos y presbíteros aprovecharán la ocasión para discernir los signos de los tiempos e iluminar el camino de la Iglesia en la difícil situación económica y político social por la que atraviesan los venezolanos.