Hace dos años en el sector Macuto, al sur de la ciudad, realizaron las construcciones de unas viviendas y el movimiento de tierra que hubo en la obra puso en riesgo a 20 familias que habitaban en ranchos de zinc y barro en un cerro de la zona.
Leydis Valero contó que el cerro comenzó a desplomarse y como cada habitante tenía niños pequeños, se vieron en la necesidad de desalojar el lugar, antes que pudiera ocurrir una tragedia.
Desesperados, sin un sitio donde irse, porque eran personas que tenían más de veinte años viviendo por la zona, decidieron tomar unos terrenos que estaban justo al frente donde habitaban.
La dueña de la propiedad, una señora supuestamente de nacionalidad colombiana, intentó sacarlos porque ya era la cuarta vez que la invadían, pero en esta ocasión no pudo evitarlo porque los ocupantes contaron con el apoyo de agentes de los cuerpos de seguridad que laboran en la zona, quienes sabían que ese terreno era usado como guarida de malandros y en repetidas oportunidades dejaban abandonados vehículos robados o usaban el sitio para desvalijarlos.
Las 20 familias limpiaron la zona y se instalaron en el lugar, que se encuentra ubicado a 10 metros del puente Macuto, la dueña no ha regresado más para pedirles la desocupación y pese a todo esto, los miembros de los Consejos Comunales de Macuto Arriba no los apoyan, pero cuentan con el resto de residentes de la zona.
Los ocupantes se han organizado porque lo único que ellos quieren es un lugar digno donde vivir y aseguran que son personas de bien, bautizando a su pequeña comunidad como Villa Montañés. Las viviendas allí construidas son ranchos de zinc, algunos poseen paredes de madera y algunas casas hechas de barro; se observaban moradas cerradas con candado, pues sus residentes no se encontraban.
Valero expresó que su madre es una de las principales personas que se ha movido en diferentes entes para conseguir su legalidad como ocupantes, asegurando que acudieron a Catastro y constataron que los terrenos son aptos para realizar viviendas, a pesar de que muchos alegan que allí no se puede hacer nada, debido a que es atravesado por una laguna, pero hasta la fecha no han observado presencia de agua alguna.
Todo por su cuenta
Estas familias han acudido a Corpoelec, a Hidrolara para gestionar su luz y red de aguas blancas y negras, pero en vista que no existe legalidad en la ocupación no se pueden tramitar los servicios, por lo que los residentes de dicho lugar compraron los postes y cableado por su cuenta e hicieron tomas ilegales, de igual forma lo hicieron con las tomas de agua blanca, la cual obtuvieron de las tuberías de una escuela y ya compraron los materiales para realizar la red de cloacas.
Lo que tienen hasta ahora ha sido porque ellos mismos lo han realizado, pero estas familias piden apoyo a las instituciones y entes del estado, bien sea nacionales o estadales, para que los ayuden a poseer una vivienda digna, ya que en el lugar tienen niños pequeños a quienes desean darles un sitio seguro para convivir. Pero hasta ahora nadie le ha dado respuesta al caso, solo les han dicho que tengan paciencia, pero asegura Valero que no descansarán hasta tener sus hogares constituidos.
