Una fórmula distinta de la música desordenada

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En un ambiente de “bacilón del bueno”, en el que todos ansiaban disfrutar de la insuperable fórmula desordenada, la noche del pasado viernes 28 de septiembre, subieron a tarima del Gran Versalles los legendarios músicos de Desorden Público, liderados por la inconfundible voz de Horacio Blanco.

Con un nuevo formato, de sorprendentes magnitudes, visitaron tierra crepuscular y presentaron un proyecto que para el 2013 será recopilado en un disco.

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Desorden orgánico es el nombre con el que han decido bautizar este trabajo acústico en el que Horacio, sentado en una silla con su guitarra, cambia por completo la imagen en tarima que el público tiene de la banda, una situación que no es impedimento para que el talentoso cantante interprete las contundentes letras y ofrezca un espectáculo de poder contagiante.

Esta noche los presentes disfrutaron de una fórmula con instrumentación distinta, cargada de esa energía con la cual muestran su óptica social.

Vale destacar que, para sorpresa de los mismos músicos, recibieron en pleno concierto una propuesta de diseño para la portada del CD acústico Desorden orgánico.

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Arrancó la fiesta

Al marcar las 12 de la noche, se encendieron las luces en tarima y fue en ese momento cuando comenzó la fiesta.
“Eeea desorden está en la calle… Combate”, fueron los primeros versos que se dejaron escuchar del público, que con sólo identificar los acordes coreó la letra con emoción. Guitarras, teclado y percusión, crearon una sinergia musical que sedujo desde el primer momento.

Para hablar de la lucha contra la pobreza del alma los desordenados entonaron Espiritual, letra a la cual le siguió Los contrarios, pieza con la cual Horacio invitó a la tolerancia porque “es un asunto de cuidado lo que piensa el adversario”.

Truena truena, Diablo, Skapate, Amargo rencor y Danza de esqueletos fueron algunos de los temas interpretados, canciones que no podían faltar puesto que son piezas que se han mantenido, como dijo el mismo Horacio, “como una referencia bíblica” de esta historia de ska.

“Cuatro, tres, dos, uno”, dijeron los presentes al iniciar el tema Dónde está el futuro, inmediatamente seguido por ese Cristo Navaja que caminaba por el mercado improvisado, acompañado de los sonidos de un acordeón.

El orgullo de los larenses se hizo presente cuando Héctor Martínez, de la agrupación guara, recién nominada a los Latin Grammy 2012, Caseroloops, subió a escena con su cuatro en mano para interpretar junto a Horacio El poder emborracha, su timbre de voz hizo de esta pieza una nueva versión.

Canciones como Latex y Tiembla anunciaron el final. No obstante, el público, extasiado de ska quería más y pedía a gritos otra canción.

Los músicos regresaron con Allá cayó, que prendió a un más la fiesta, energía que se mantuvo viva con Música de fiesta.

Desde el inicio del concierto los presentes pedían que cantara Políticos paralíticos y para complacer a su público Horacio hizo lo debido. Sorpresivamente y de manera voluntaria, las personas comenzaron a corear “hay un camino”, frase que se repitió una y otra vez hasta tomar el espacio y convertirse en una sola voz.

Foto: Cortesía Naguara.com

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