Cuando se nombra el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, se piensa en malas noticias, pero no todo es negativo dentro del recinto carcelario. Existen personas productivas que a pesar de estar privadas de su libertad, desempeñan oficios.
Es el caso de Marcial Montero, de 33 años, quien tiene dos años y dos meses privados de su libertad. Está recluido en el modulo 5 de Uribana. Por mucho tiempo supo lo que era el ocio. Había ocasiones que pasaba las 24 horas del día encerrado en una celda, hasta que habló con el director del penal y le dijo que él sabía elaborar jabones y productos de limpieza, además de trabajar con madera.
Sus peticiones se juntaron con la de otros privados de libertad quienes fueron escuchados y les habilitaron un área que utilizarían de taller.
Montero comenzó a dar charlas entre varios internos y explicaba la elaboración de los productos, pero eso no fue suficiente: su familia logró conseguir la materia prima para elaborar los productos.
Las clases comenzaron a ser prácticas y las enseñanzas más directas. Una semana les lleva el proceso para hacer los productos. El resultado: dos mil jabones entre azules, de avena, sábila y azufre, que fueron repartidos a la población penal.
Por otra parte otros internos trabajaban la parte de la artesanía, la elaboraban y la pintaban. Otros tejían hamacas y unos se dedicaban a trabajar con el cuero, sandalias, llaveros, carteras y bolsos.
Las clases se llenaban; estaban ocupados y para ellos era un poco de libertad en medio de los barrotes.
Las primeras ventas las hacían entre los mismos familiares, quienes comenzaron a ver que era necesario sacar a la calle sus productos, por lo cual se organizaron y con ayuda del mismo Ministerio de Asuntos Penitenciarios programaron una exposición.
Llegaron a la Flor
La mañana de ayer, en la Flor de Venezuela, se instalaron las mesas de exposiciones artesanales de los presos del David Viloria. Nueve privados de libertad fueron trasladados desde el penal para presentar sus trabajos.
Estaban felices. Marcial Montero estaba entre ellos.
La exposición se extenderá hasta la mañana de hoy, instalados en el tercer piso.
Sacrificios en medio de la crisis
Andrea Salazar, esposa de Montero, se siente satisfecha de que su esposo tenga una actividad. Indica que ha podido elaborar jabones de baño, lavaplatos, desinfectante y ceras. Ve que su vida ha cambiado un poco.
Relata que aun cuando se le ha hecho un poco difícil conseguir la materia prima para los productos, han realizado de todo para subsistir ante la crisis y han logrado llevar material semanalmente, haciendo inversiones de cinco mil bolívares y más.
Espera que este tipo de actividades continúen y sea una de las primeras entre tantas. Se intentó contactar al director del penal para que informara sobre la actividad programada y las próximas a realizar, pero fue infructífera la comunicación.
