Los estudiantes del programa de intercambio estudiantil que mantiene la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) regresaron al país con una maleta cargada de experiencias, crecimiento personal y enriquecimiento cultural.
Tras cursar un semestre académico en suelo extranjero, los jóvenes volvieron agradecidos a su casa de estudios y compartieron sus vivencias con el personal de la Dirección de Cooperación y Relaciones Interinstitucionales (Dicori), además de algunas de las autoridades y docentes que se encontraban en la sede del edificio del Rectorado, al momento de la visita que realizaron a finales de la semana pasada.
Pedro Quero, Francisco Meza, María Andreína Tapia y Jaime Rodríguez, son algunos de los alumnos de diferentes carreras que vivieron la experiencia en Chile y España. La ingeniero Magda Pimentel, jefe de Relaciones Interinstitucionales de la UCLA, explicó que el programa de movilidad estudiantil inició en el año 2002. Se trata de una membresía cristalizada mediante el Centro Universitario de Interdesarrollo (Cinda), al cual se encuentran adscritas 39 universidades de Latinoamérica y Europa. En Venezuela, solo la UCLA y la Universidad Simón Bolívar (USB) ofrecen el beneficio.
“Cada año la universidad cubre su cuota para poder mantener la membresía y por ello a cada participante se le cubre el costo de la matrícula universitaria”, mientras que el resto de los gastos corren por cuenta de cada participante y del apoyo que puedan recibir de parte de sus familiares. “La experiencia institucional ha sido positiva y son muchos los estudiantes interesados en participar en este tipo de movilidad. Este 2014 se movilizaron 9 estudiantes en el primer lapso académico y 12 en el segundo período”.
Son dos las herramientas que permiten realizar los intercambios: a través del Cinda y mediante convenios bilaterales establecidos entre la UCLA y una universidad extranjera.
La novedad de este proceso fue la inclusión de dos estudiantes del Decanato de Artes, pioneras en el programa de movilidad.
“Las experiencias fueron positivas, pese a los problemas ocasionados en el trámite de las divisas. Admiro a esos estudiantes por materializar esta oportunidad; muchos se fueron sin aprobación de divisas y, de forma tardía, se les otorgó a algunos. El apoyo económico de sus padres ha sido fundamental porque no se trata de una beca y en estos tiempos de crisis, lograron tener una experiencia única y un respaldo total de cada una de las universidades que visitaron”.Pimentel informó que el 15 de octubre cerró el proceso para los aspirantes del primer período del año 2015. En marzo, se abrirá una nueva convocatoria para el segundo proceso.
