Tres voces recuerdan a la UCLA

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Son años que han logrado aportar su granito de arena a esta casa de estudios, emblemática en la región y el país. Cada uno de estos tres hidalgos, narra su experiencia

A Jesús Enrique Barrios sus amigos le dicen de cariño ‘El poeta’. Sin embargo, de profesión estudió Derecho, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
En 1966 se vino a Barquisimeto, y tras su llegada a la capital musical, se encuentra con una universidad, para entonces naciente. Desde ese año, Barrios comenzó a laborar en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).

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“Mis inicios en la UCLA fueron con trabajos administrativos. La secretaría es donde actualmente funciona el rectorado. Entonces le llamábamos CEDES, dirigido por el doctor Lorenzo Antonio Vivas”, dice en medio de sus recuerdos.

Hoy celebra los 50 años de la UCLA con una reflexión, “una casa de estudios que se llame universidad debe entenderse ese epíteto como tal. Es la universalidad del descubrimiento, y el desvelo por el misterio de las realidades. Descubrir e insertar el conocimiento para llevarlo a la realidad es la misión de estos centros de estudios superiores”.

En 1989 Barrios se jubiló, pero nunca se apartó de la academia. Actualmente está en la directiva de la revista Principia que se edita desde la UCLA.

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“En estas cinco décadas le deseo a la UCLA que siempre sea ese centro de labores e investigación, como hasta ahora. Es un espacio de contribución a la formación. Ojalá puedan ofrecer más carreras y centros de investigación”, dijo Jesús Enrique Barrios.

Un fundador

Florencio Sánchez es egresado de Administración en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Todavía recuerda la fecha exacta cuando llegó a la UCLA, 16 de febrero de 1970.

En ese momento, se estaba fundando la escuela de Administración y Contaduría y él fue uno de los creadores en el departamento de Contabilidad.
“Como todo comienzo, hubo el empeño, la ilusión, la exigencia de una labor bonita, porque así queríamos y sentíamos que lo debíamos hacer.

Comenzamos a realizar las bases de la escuela de Administración de la UCLA. Hubo la contratación de personal y por ello entregamos todo, le pusimos el corazón profesional a esta propuesta que hoy es un sueño”, manifiesta Florencio Sánchez.

“En el mundo de la docencia esa es una experiencia hermosa, poder multiplicar los conocimientos. Habían muchas exigencias por cumplir, muchos retos, había que atender a ese alumnado que llegó con sueños y proyectos, que compartíamos, con resultados muy buenos sobre todo la primera promoción”.

Sánchez fue el tercer director de la escuela de Administración de la UCLA. Fue fundador del postgrado inicial en esta facultad.

“50 años para una universidad es poco tiempo. Creo que seguir trabajando con la misma pasión y entrega en todas las carreras existentes debe ser el reto. Nosotros en la UCLA estamos comenzando, pero con un camino de mística y de trabajo que ha dejado una huella”, dijo Florencio Sánchez.

Con poesía

Orlando Pichardo es un enamorado de las palabras. De aquellas que cuando se producen forman narrativa, descripción, poesía, literatura.

En 1993 comenzó a trabajar como coordinador de la Unidad de Patrimonio de la UCLA, cargo en el que todavía pertenece. A eso se le sumó la actividad que tanto le apasiona, es director de la revista Principia, publicación que realza los valores de escritores y poetas regionales, nacionales e internacionales.

“En 1994 se inició la revista Principia. No sólo es sacar esta publicación, es además organizar foros, conferencias, jornadas, que se han dado cita, dejando frutos. La UCLA siempre ha sido un punto permanente de cultura y eso le da un valor predominante a esta casa de estudios”, indicó Orlando Pichardo.

“Con las carreras humanísticas, la universidad ha crecido. La actividad que realizo, me deja un universo diferente de la apreciación que tenía con la vida.

Fue una gran ventana dentro de la ciudad. Descubrí nuevas calles, y personas tanto con el grupo de estudiantes, como con todos los compañeros de labores en las diversas áreas. Hay una gran hermandad y esa es mi identificación principal con la UCLA”.

Agradece a la universidad el poder seguir laborando y recorriendo la historia de lo que un día fue un hotel y hoy en día se ha convertido en referencia educativa.

“Los estudiantes que están en la ciudad, en el país deben agradecer por la existencia de la UCLA, al igual que instituciones como la Unexpo, que siguen dando frutos”.

Fotos: Simón Alberto Orellana
Ilustración: Archivo

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