La indolencia del gobierno es indignante. Solo les preocupa su operación politiquera, como novela por entregas, para crear un caos político e intentar evitar la tremenda derrota electoral que les va a propinar el pueblo, harto de tanto fracaso, tanta traición, tanta ruina combinada, a demás, con la inmensa corrupción roja. No se ocupan de Venezuela, del drama social que cada vez peor vive el pueblo.
Los datos que saltan los muros de la censura y el ocultamiento ilegal en el BCV indican que la inflación de enero fue registrada por ellos en 12% pero no lo informan. Leyeron bien. ¡12%! En un mes. Esa es la inflación de Brasil en dos años o la de Colombia, Ecuador y Perú en ¡tres años! La “obra” de la revolución es diluir como sal en agua el poder adquisitivo del salario de las familias trabajadoras. Y, ojo, informan – siempre extra oficialmente – que la de marzo fue peor aunque los datos no estarían completamente procesados. Es, pues, la temida hiperinflación. La peor del planeta.
Cada vez más gente comprende que la brutal devaluación del “paquetazo Maduro-cabellista” y el valor del dólar si tiene que ver – y mucho – con su vida cotidiana aunque no usen dólares. Demasiado de lo que se consume en el país es importado. Cada vez peor tras tanta destrucción de fincas e industrias estatizadas y del ahogo a las empresas que a duras penas sobreviven. Y las que aun producen necesitan insumos, piezas, maquinarias, equipos y partes importadas. Usted y yo, estimado lector por ejemplo, al comernos un huevo usamos los dólares que se necesitaron para fabricar el alimento o las medicinas de la gallina.
¿Saben por qué hay la dura escasez de azúcar desde hace al menos dos años? Es otro ejemplo para conocer la verdadera “guerra económica”. Porque el 80% de los centrales azucareros fueron estatizados pero apenas producen el 10% del azúcar nacional, mientras el 20% de los centrales que aun son privados aportan el 50%. ¿El resto? Azúcar importada. Vergüenza, pérdida de soberanía alimentaria y menos patria. Antes de “la profundización de la revolución”, salvo años de muy mala zafra, el 100% era nacional. Con el café ocurre algo parecido.
Pero hay más: El gobierno anunció a lo largo de varios años y en especial durante 2005-2006 la construcción de otros 11 centrales azucareros de los cuales – denuncian los productores – solo se empezaron a construir 4 y ninguno está concluido. ¿Verdad que se parece mucho a los “elefantes rojos” de proyectos industriales nunca terminados en el país? ¡Esa es la “guerra económica” verdadera! ¿Y Maduro? ¿Y la cúpula roja? Ni les interesa este desastre.
Por todo eso aumento tanto la pobreza en Venezuela. Las becas de las misiones ya no sirven para aliviar la pobreza que era lo que hacían. Solo el empleo estable, productivo y de calidad con derechos laborales, sacan a la gente de la pobreza de forma real. Hoy la pobreza es mayor que en 1998. En los últimos dos años el número de pobres ha aumentado en 33% mientras que al 24% de la población activa solo ingresa salario mínimo o menos. ¿Culpa directa de quién camaradas? Pues del “modelo” económico de “la revolución”. No se diga más…
