Cada vez que este bodrio que mientan “Socialismo del siglo XXI” confronta severos problemas internos, producto de su propia incompetencia, de sus graves errores en política económica, de sus afanes represivos militaristas, una de sus armas preferidas es criminalizar a los líderes de la Unidad Democrática, anunciar un “magnicidio” o un “golpe” – lento, continuado, eléctrico mediante iguanas o con tucanos – o apela al manido cuento de la “inminente invasión yanqui”, que jamás ocurre. Es un viejo truco que las revoluciones fracasadas aplican para manipular, para hacerse las víctimas, para crearse artificialmente una épica que no pudieron ganar ni siquiera en sus imaginarios campos de batallas.
Pero es que si esas hipótesis fuesen ciertas, tanto el “imperio” como la “revolución” serían, entonces, entelequias ridículas. ¿Cómo es que “el imperio nos agrede, quiere destruir al gobierno revolucionario y al mismo tiempo auxilia a Pdvsa con prestamos hasta por 10 mil millones de dólares de tres de sus más grandes transnacionales – Chevron, entre otras – para que Pdvsa no se ahogue a pesar de su desastre interno y pueda sostener alguno de sus proyectos en la Faja del Orinoco? Si el plan es agredir, ¿para qué le lanzan un salvavidas a Pdvsa? Y si “el imperio está a punto de invadirnos”, ¿cómo es que nunca dejamos de venderles el petróleo con el que fabricarán el combustible para volar los aviones invasores? El viejo truco, pues. Pura manipulación.
Haga usted la lista de las veces que han anunciado que “el portaviones x está en el país tal del Caribe listo para la invasión”. Demasiada gente – incluidos camaradas del Psuv – han comprobado que se trata de un truco para manipularlos. Para tapar reclamos sociales legítimos o para criminalizar la acción política de las fuerzas del cambio, por muy legal que ella sea. La cúpula roja es inescrupulosa. Hoy vuelve con el truco “caza bobos” del golpe para intentar tapar la violación de los derechos humanos, el desastre económico que ellos crearon con su “estatismo salvaje” y la corrupción de su Cadivi rojo…
Unos años atrás estuvieron en Caracas, invitados a un foro, los ex presidentes del socialismo democrático: Fernando Cardozo, Ricardo Lago y Felipe González. Por ridículo que parezca, en los días previos, en varios medios oficialistas estuvieron denunciando históricos –digo, histéricos – asegurando que estos hombres de Estado, de los mejores presidentes en la historia de sus países por cierto, venían como parte de un plan que era la primera fase para la “invasión” del “imperio”. Que los portaviones ya estaban listos. ¡Dios! ¿No les dio pena hacer ese ridículo con ese viejo y archiconocido viejo truco?
Ahora bien, la única “agresión” concreta y verdadera es la de las sanciones a altos funcionarios del régimen rojo rojito en castigo por casos de corrupción o por violación de DD HH. La “agresión” consiste en quitarles las visas de ingreso a los EE UU y congelamiento de cuentas bancarias en dólares y propiedades de lujo. ¿Pedir al pueblo que proteste contra eso es “para defender la revolución y la soberanía nacional” o para defender corruptos? Camaradas… “a otro perro con ese hueso”.
