Sin tregua – El libreto cubano…

“Apresar a médicos no acaba con el virus”. Así tituló TalCual el pasado fin de semana. Igual puede decirse que censurar, perseguir o inventar cuentos chimbos como el de la “guerra bacteriológica” no podrá tapar que este gobierno indolente pasó meses sin hacer nada desde la aparición del virus chikunguña.
Ni siquiera operativos de fumigación para combatir el zancudo transmisor. Tampoco un operativo de prevención a nivel de hogares y mucho menos la dotación de medicamentos relacionados con el tratamiento en hospitales y ambulatorios. Como se sabe, desde hace meses se estaba alertando sobre la aguda escasez de acetaminofen tanto en hospitales como en farmacias. Nada. No hicieron nada. Pero no hay forma de tapar del todo la verdad. La ministra de salud admitió 388 casos y tres muertes. Y es que, cuando el “gobierno” crea un Estado Mayor –reconociendo la emergencia, sin decirlo– y anuncia que importará y distribuirá más de 400 mil pastillas de acetaminofen está admitiendo la gravedad de su indolencia. La mentira tiene patas cortas dicen por allí…
Cuando el problema les estalla en la cara, lanzan un operativo, pero de represión contra los que denuncian o alertan. El libreto cubano indica, además, que hay que denunciar “guerra bacteriológica”. Y Maduro, cada vez con menos pueblo, lo aplica sin chistar. Represión para tapar su propia irresponsabilidad en no haber actuado oportunamente. Al médico denunciante lo persiguen y criminalizan. En lugar de pedir perdón por su indolencia, Maduro inventa una “guerra política”. La fiscal, por su parte, dice que es delito hablar de una epidemia “porque causa conmoción” y promueve una orden de captura contra el médico de Aragua.
Sin embargo, respecto a la irresponsable y alarmista denuncia de Maduro sobre una supuesta “guerra bacteriológica”, la fiscal nada dijo. Aunque, ciertamente, nadie le cree ya esos cuentos a Maduro. Ni su propia gente. Solo por eso no desata el pánico colectivo.
Hace algunos años en Cuba apareció un brote epidémico muy grave, un tipo de ceguera –popularmente llamada “beriberi”– que llegó a afectar a unos 50 mil cubanos. La causa de fondo era la desnutrición. Las “granjas colectivas estatales” casi nada producían,  no existía la URSS para subsidiar la ruina económica fidelista , y no había aparecido el “comandante-eterno” con su regaladera.  ¿Qué hicieron los Castro? Primero, esconder la epidemia. Cero información a los medios. Pero en Cuba funciona “radio bemba” y el caso era muy grave. Dijeron, entonces, que “el Imperio” había lanzado un ataque “bacteriológico”. Luego, vino la ayuda internacional y les sacó “las patas del barro”. Al finalizar la crisis destituyeron algunos ministros, forma indirecta de admitir la verdad aunque evadiendo establecer la responsabilidad sobre los grandes culpables: los hermanos Castro y su modelo “político-económico” fracasado. Es, pues, el mismo libreto que aplica Maduro entre nosotros. Ni originales son estos camaradas…