Sin tregua – Dos en uno

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1.- Unidad. Sin unidad no hay vida. La razón numérica de asistir unidos a las elecciones parlamentarias es obvia. Sumando a todos se potencia la fuerza del cambio. Con votos divididos se debilita la opción del cambio democrático. y progresistas. Por si nos fallara la memoria, recordemos que en las elecciones parlamentarias del 2010 hubo unidad casi perfecta y eso permitió ganar muchos circuitos que de otro modo no habrían sido para diputados de la alternativa democrática. En cambio, para el Parlatino, donde no había circuitos se presentó una plancha de “notables” con discurso anti partido en la que destacaba el inefable Escarrá quien hizo luego lo que todos sabemos. No sacaron votos suficientes para obtener ni un solo diputado pero si restaron los suficientes (2,5%) como para evitar que la plancha de la MUD tuviera la mayoría absoluta pues la diferencia con el oficialismo fue de 1,7%. En otras palabras, sin esa plancha divisionista, la delegación de Venezuela al Parlatino habría sido con mayoría democrática (6) y minoría oficialista (5). Por 200 mil votos y un diputado fue al revés. Mediten los “divisionistas”, por un instante, el significado político nacional e internacional de aquel triunfo que pudo ser y no fue.

La razón política de la Unidad es tan o más importante que la numérica. Las fuerzas democráticas y progresistas del cambio debemos demostrar que somos alternativa de Poder. Que garantizamos gobernabilidad. Y una de las condiciones para ellos es la Unidad, es decir la capacidad para asumir políticas conjuntas dentro de la pluralidad y diferencias que le son propias. No ser capaz de hacerlo hoy sembraría dudas sobre un futuro gobierno. No se trata de “pensamiento único” ni el “líder supremo” – ¡líbrenos Dios de ese atraso! – más si de la capacidad de entendernos en lo que todos compartimos y administrar con sentido común las diferencias. En entregas anteriores, varias veces, he citado como la Unidad de los partidos democráticos en 1957 – Pacto de Nueva York en el exilio y Junta Patriótica – luego de década y media de diferencias y enfrentamientos entre ellos, fue clave, decisivo, en la caída de la dictadura, luego vino el Pacto de Punto Fijo –1958-, una experiencia unitaria injustamente vilipendiada.
Y 2.- ¿Antiimperialismo? La cháchara antiimperialista de los camaradas sirve, muy bien, para tratar de ponerle sordina a los escándalos de la corrupción roja rojita en los “paraísos fiscales” como el caso que estalló en Andorra con el banco que fue intervenido por manejo y blanqueo de dinero del crimen organizado. El caso destapó feos negocios de “lavado de dinero” de las “mafias rusas” y las de china con tráfico de personas, pero también salpica al gobierno de Maduro pues “uno de los 3 ejecutivos del banco investigado por soborno habría aceptado comisiones “desorbitadas” para gestionar transacciones relacionadas con el “desvío de fondos de Pdvsa” mediante intermediarios venezolanos hacen empresas fantasmas o de maletín. El monto de esos fondos alcanzarían hasta 2 mil millones de dólares. ¿Aparecerán esos intermediarios venezolanos? ¿Identificaran y sancionarán a las “empresas de maletín”? No creo…

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Pero carajo ¡con qué facilidad los camaradas de la cúpula roja logran “negocios” que se miden en miles de millones de dólares! Los 25 mil millones de dólares de los que habló Giordani en el “cadivismo madurocabellista”. Los depósitos en un banco suizo. Ahora esto de Andorra. Otro escándalo más que revela la podredumbre de esta “revolución” moribunda. Cuando hablan de “defender la revolución” o pretenden arroparse con “la dignidad de la soberanía nacional”, en realidad usan a muchos crédulos para que sirvan de “tontos útiles” para defender sus negocios. ¿Antiimperialismo? Camaradas, mejor nos cuentan una de vaqueros.

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