Hace ya cuatro largos meses que el Madurocabellismo quiso engañar al país haciéndole creer que “la culpa de las colas” era de tiendas como Farmatodo porque “acaparan y esconden”. Incluso, intentaron una versión aún más falsa y hasta ridícula: que había colas porque un domingo, en uno de los 170 farmatodos que hay en toda Venezuela faltaban tres cajeras. Fue tanta la falta de escrúpulos para armar su chow y tratar de evadir sus culpas en el desastre de la escasez, que pusieron presos a algunos trabajadores y directivos. Si ese chow indigno e inescrupuloso hubiera sido cierto, hace rato que las colas habrían desaparecido, que los anaqueles estarían llenos con todos los productos escasos y en variedad de marcas. Pero todos sabemos cuál es la realidad hoy. La escasez es cada vez peor y como resultado las colas son cada vez más agobiantes.
La verdad es que la destrucción de las fincas e industrias estatizadas, más el ahogo a las industrias agroalimentarias, las enormes deudas en dólares del régimen militarista-despótico con los proveedores de insumos y repuestos, la destrucción de Agroisleña y otras ruinas más causadas por las políticas económicas del “estatismo salvaje del siglo XXI”, más la mega corrupción del Cadivismo rojo, causaron una enorme baja en la producción nacional.
Esa caída de la producción nacional venía ocurriendo progresivamente a lo largo de varios años, pero el régimen disfrazó la crisis apelando al uso desmedido de los petrodólares en las importaciones en detrimento de la producción nacional. Poco a poco la escasez se hacía sentir. Ya no hubo variedad de marcas. A ratos algunos productos desaparecían para luego reaparecer con marcas importadas, como el caso de la leche “made in”: Ecuador, Nicaragua, Brasil, Uruguay, EE.UU. Eso sigue ocurriendo cada vez peor. Se importaba a granel, en grandes contenedores y la producción nacional se limitaba a “envasar” como con el azúcar, arroz, café y otros. En otros se paralizaba, a medias, la producción en fabricas nacionales por ausencia de unos o varios insumos, pero a ratos se reanudaba cuando el gobierno pagaba alguna deuda. La escasez se fue poniendo peor. Y cuando algo “llega”, se agota en horas. Es cuando surge el “bachaqueo” o el negocio de “revender”. Siempre sucede eso cuando hay escasez. Sin destrucción de la producción nacional no hay escasez y sin ésta no hay “mercado negro”.
Hasta que llegó también la escasez de dólares. La mega corrupción ¿se acuerdan de los 25 mil millones de dólares asignados a empresas “fantasmas” denunciados por Giordani? La hipoteca petrolera con China. La “regaladera”, el aumento escandaloso de la deuda externa. La ausencia total de un fondo de reserva para proteger al país cuando viniera una baja en los precios del petróleo. Y Maduro, incapaz de tomar decisiones para corregir el rumbo, ni cumplir sus “sacudones” anunciados una y otra vez. Sin liderazgo, enredado en los pleitos de los grupos de poder dentro del PSUV. Dejando “correr la arruga” y anunciando “guerras ficticias” culpando a medio mundo de su propio desastre. A un mes del cierre de fronteras, tiempo más que suficiente para que se vieran los primeros resultados en reducción de las colas, si fuese verdad que esa es otra de sus causas, todo sigue igual y peor en todas las ciudades de Venezuela. ¿Cómo salimos “desto”? Nos preguntan. 6D: ¡Abajo y a la Izquierda! Respondemos. Esa es la clave…
