Trabajando Sin Estrés, fue el nombre que llevó la ponencia a cargo del médico cirujano Leo Acosta, que este lunes 16 de septiembre dio inicio a la X Semana de la Seguridad, en la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona, en el tercer piso del diario EL IMPULSO, la cual culmina este viernes 20, cuyas entradas son completamente gratuitas para el público en general.

El también profesor desde hace 35 años del Decanato de Ciencias de la Salud de la UCLA, quien comparte esta profesión con la teología, de entrada dijo que “cualquier persona en cualquier sitio tiene estrés”.

Lo definió como una reacción de seguridad de todo organismo para salvarse, y sostuvo que debe diferenciarse del estrés negativo, el cual produce reacciones que conllevan a una gran cantidad de enfermedades.

Explicó que el estímulo ante el estrés es cuando la persona percibe una situación de peligro y se prepara para defenderse, bien sea, huyendo o peleando, pero para ello requiere una serie de recursos que posee el organismo, tales como músculos al máximo funcionamiento, movimiento sanguíneo rápido para que le llegue oxígeno al cerebro y músculos, entre otros, lo que desencadena inmediatamente liberación de adrenalina y la activación del sistema simpático que permite altas frecuencias cardíacas y respiratorias, además, la derivación de sangre a donde realmente la necesitas, en este caso los músculos.

Aclaró que a diferencia de los animales, el hombre, como especie humana, tiene una corteza cerebral desarrollada que le facilita crear un peligro imaginario y lo lleva a un estrés permanente.

Por ejemplo, dijo, pensar que esas personas que tienes a los lados son unos antisociales y te van a agredir, o imaginarte que el jefe te tiene rabia, lo que te lleva situaciones estresantes, inclusive, a taquicardias.

Los daños del estrés

Cuando una persona tiene una reacción de estrés, la sangre no va para los intestinos, porque en ese momento no la necesita, sino en otros lugares que le permiten salir de la situación agobiante, entonces la mucosa gástrica, por ejemplo, pudiera estar reducida y le ocasiona una úlcera del estrés, o una colitis.

Asimismo, el estrés produce cefaleas permanentes porque la persona tiene los músculos del cuello contraídos.

Otro efecto negativo del estrés es la descarga de cortisol, a través de la glándula suprarrenal, sustancia que en exceso frena la reacción inmunológica en el cuerpo humano y lo pone vulnerable ante enfermedades.

“Por eso es importante distinguir cuándo el estrés es beneficioso o patológico, aunque en términos generales siempre es beneficioso”, manifestó.

Cómo manejar el estrés

Sí es posible manejar el estrés en el trabajo y en la vida cotidiana para que no se vuelva crónico.

Sin embargo, acotó, la persona debe comenzar por controlar los problemas particulares y evitar mezclarlos con las funciones laborales, “porque hay situaciones inherentes al individuo, distintas al trabajo.

Puntualizó que un trabajo no planificado proporciona estrés laboral, ya que la persona vive en tensión permanente al no saber qué va a encontrar cada día en su puesto de empleado.

Pero también origina una situación de estrés laboral las malas condiciones en las cuales se encuentran las herramientas utilizadas en tu desempeño, o que te exijan más de lo que realmente puedas ofrecer.

Evitar personas problemáticas

Para Acosta, racionalizar el estrés e internalizarte que puedes vivir mejor, evita asumir los problemas de otros, y conduce a realizar ejercicios, lo cual contribuye a la producción de endorfina, sustancia capaz de mantener a un alto nivel las células que fortalecen el sistema inmunológico.

El yoga, la relajación, la música, ir a un parque y perdonar, también constituye una forma de salir del estrés.