Después de tanto batallar por la construcción de un nuevo pozo séptico para la Escuela Miguel Renóm del caserío El Mayal, este lunes se desplomó debido a los constantes colapsos y desbordamientos de las aguas cloacales.
El profesor Alejandro Izaguirre, supervisor de la Dirección de Educación de Palavecino, indicó que producto a la inexistencia de una red de aguas servidas en la zona rural, esa institución escolar posee dos pozos para un universo de más de 250 personas entre alumnos personal docente y administrativo.
“Estuve 10 años en la Escuela de El Mayal y ya a mi llegada existía el problema de colapso de las aguas servidas que constantemente se regresaban a través de inodoros y pocetas”, reveló el docente.
Dijo que el problema es “harto” conocido en el Ministerio de Educación, FEDE, Gobernación de Lara y Alcaldía de Palavecino durante las gestiones de Luis Reyes y Aura Contreras, así como ante Hidrolara por medio de un sinnúmero de oficios “pero aún sin solución”.
Comentó que el jueves, una obrera del plantel introdujo una guaya en un intento por destapar la red de tubería, logrando drenara el líquido, pero la contaminación obligó a clausurar los baños.
Resaltó Izaguirre, que a raíz de la situación sanitaria en la institución, han recortado el horario a media jornada.
Material para nueva obra
Hacen dos años, el Ejecutivo regional, a través de Hidrolara, donó un conjunto de anillos de concreto para la fabricación del nuevo sistema de disposición final, al igual que una tubería para la conexión, sin embargo, la escuela no cuenta con recursos propios para asumir la construcción del pozo, dado se necesita maquinaria pesada y mano de obra.
Aclaró que antiguamente, la hidrológica apoyaba a la institución para el mantenimiento y extracción de los desechos con un vehículo especial, “pero desde hace más de un año, el vactor se averió y no se le consigue la pieza en el país”.
Pestilencia en preescolar
El pozo séptico derrumbado se encuentra situado a menos de 10 metros del área de educación inicial, donde reciben clases 60 niños.
La pestilencia se siente perfectamente en los salones del preescolar -dijo una representante-, por eso mi hija no está asistiendo a la escuela, para prevenir contagio de epidemias y enfermedades respiratorias o cutáneas.
El parque es un peligro
El jueves, las aguas cloacales rebosadas inundaron el mal llamado parque recreacional del preescolar y todo su entorno.
A simple vista, el área del parque, a parte de estar inundado de aguas servidas, se encuentra repleto de maleza.
Los aparatos sobreviven al tiempo y otros, como la rueda, está arrumada y en desuso.
A ese respecto, Carolina Alvarado, dirigente de la comunidad, acotó que después de muchos intentos con organismos del Estado y gestiones anteriores, la Alcaldía de Palavecino, asumirá la construcción del sistema de recolección de las aguas sanitarias con un nuevo pozo.
Igualmente, esperan respuestas de la Gobernación de Lara, sobre la fecha de inicio de la rehabilitación del parque infantil, obra en manos de la profesora Evis Falcón.
Mientras esto se materializa, los alumnos de educación inicial siguen pasando sus días entre la maleza, olores fétidos que emanan del derrumbado séptico y un parque que exhibe claro peligro.
Otras necesidades
La escuela exhibe numerosos problemas y necesidades, como la cerca perimetral, que es de alfajol, por donde se escurren serpientes y recientemente amigos de lo ajeno, quienes cargaron con importante material de construcción en una incursión nocturna antes del asueto de carnaval.
Asimismo, los niños hacen sus prácticas deportivas a pleno sol en una cancha sin condiciones y en ruina.
El único surtidor de agua, de cinco llaves solo dos sirven, amén de las condiciones insalubres.
