El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el viernes desde México recrudecer la ofensiva contra el ELN después de la exhibición que habrían realizado guerrilleros de la pierna amputada de un militar, que tildó de «acto de barbarie».
El mandatario se encuentra en Ciudad de México para cumplir con una breve visita de Estado en la que ambos países, socios en la Alianza del Pacífico, sellarán una asociación estratégica que incluye acuerdos en materia de seguridad y defensa.
Antes de ser recibido por el Senado mexicano y el presidente Enrique Peña Nieto, Santos expresó su repudio por los reportes de que un militar que participaba en la instalación de un parque infantil en Convención (Norte de Santander, noroeste) fue víctima de la explosión de una mina antipersona que habría colocado el ELN (Ejército de Liberación Nacional, guevarista).
El gobierno colombiano denuncia que la explosión cercenó las dos piernas de este cabo primero del Ejército y que guerrilleros del ELN exhibieron después una de las extremidades como «trofeo».
Poner minas «ya es un acto de salvajismo» pero «ir a mostrar una pierna como trofeo al lado de un colegio, eso ya es un acto de barbarie que raya con lo demencial», dijo Santos a periodistas.
Este hecho «debe ser condenado no solamente por los colombianos sino por el mundo entero», afirmó el presidente, que se comunicó con el militar afectado.
Mi orden impartida al Ejército «es arreciar (la ofensiva) contra el ELN» y «redoblar los esfuerzos en contra de esa organización criminal», recalcó Santos.
Avances con FARC
Al mismo tiempo, Santos reafirmó su voluntad de establecer una negociación de paz con el ELN como la que mantiene desde 2012 en La Habana (Cuba) con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, comunista), la mayor guerrilla de Colombia.
«El ELN es parte de esta guerra, parte de este conflicto y lo ideal sería que llegáramos a un acuerdo con los dos grupos», afirmó el mandatario en una entrevista con la cadena Televisa.
El ELN, que cuenta con unos 2.500 combatientes, reveló en junio que realizaba diálogos exploratorios con el gobierno con miras a establecer una mesa de negociación paralela a la de las FARC.
Respecto al proceso con las FARC, Santos estimó que «hoy en día hay más de 50 por ciento» de posibilidades de que se pueda alcanzar un acuerdo final de paz.
«No quiero ponerle cifras pero lo que hemos avanzado, la voluntad de paz que han mostrado por primera vez las FARC (…) me lleva a mí a la conclusión de que vamos a llegar a un acuerdo y a una paz justa, una paz sin impunidad», afirmó el mandatario.
Este viernes el gobierno colombiano y las FARC acordaron en La Habana la «hoja de ruta» para el desminado, la primera medida conjunta para «desescalar» este conflicto armado de medio siglo, aunque persisten desacuerdos sobre otros temas.
